carajo
2018-08-03 20:14:34 UTC
Macron fue elegido con el apoyo de las redes de tipo Stay behind
implantadas en Europa desde que este continente fue invadido pour los
Americanos en el 44. Esas redes son controladas por la CIA. Y hasta hace
poco la CIA era controlada por los neocons y los partidarios del
mundialismo multipolar (que van desde los Bush y los Clinton hasta Xi
Jinping, pasando por Blair, Cameron, Merkel, Sarkozy, Hollande, Macron,
Putin, Rajoy y el socialista españoluche que lo reemplazó, etc). Hace
poco Trump consiguió controlar la CIA. Y Trump no es partidario del
mundialismo sino del imperialismo americano. Y la distinción es enorme.
El mundialismo y los neocons tratan de destruir todas la naciones,
incluso los Estados Unidos de América (del Norte), para integrar los
pueblos en conjuntos supranacionales como esa porquería masónica de
Unasur o esa otra organización criminal que se llama UE. La técnica
usada para conseguir la aprobación y la adesión de los pueblos a esa
empresa criminal se llama choque de civilización y es vieja como el
pecado. Jamás los pueblos aceptarán renunciar a sus naciones respectivas
para los ojos legañosos de los mundialistas. Pero sí son capaces de
unirse contra un enemigo común y de fusionar matando a los mismos chivos
expiatorios. Y es por esa razón que los neocons atacaron y destruyeron
Irak, Yugoslavia, Irak de nuevo, Afganistán, Somalia, Libia, el Donbás
(en Ucrania), Siria, etc.
El imperialismo americano trata de dominar la otras naciones. Pero no
trata de destruirlas para integrarlas de fuerza en un conjunto
supranacional. Tampoco impone como lo hacen los mundialistas el aborto,
el reconocimiento social de la homosexualidad, el casamiento-marica, la
invasión migratoria, la mezcla forzada de pueblos que se odian, la
eutanasía, el eugenismo, la destrucción de la familia, la liberación de
la pedofilia, el transhumanismo, etc.
Y desde que Trump consiguió controlar la CIA, los populistas llegaron al
poder en Austria y en Italia. Los populistas húngaros alzan la voz,
Merkel la chancha asquerosa conoce problemas graves y a Macron, el
mequetrefe vulgar, le traicionan los grupos políticos y mediáticos que
lo llevaron al poder. Los mismos que le alzaron hasta el Capitol ahora
lo tiran desde lo alto de la Roca Tarpeya. Y el muy mequetrefe de Macron
esperimenta una pesada ataque con relación a su amante moro que le
servía de guarda espaldas, el tal Alejandro (Ahmed en verdad) Benalla
nacido Benallah lo que en árabe significa Hijo de Dios, ¡jua, jua, jua!
implantadas en Europa desde que este continente fue invadido pour los
Americanos en el 44. Esas redes son controladas por la CIA. Y hasta hace
poco la CIA era controlada por los neocons y los partidarios del
mundialismo multipolar (que van desde los Bush y los Clinton hasta Xi
Jinping, pasando por Blair, Cameron, Merkel, Sarkozy, Hollande, Macron,
Putin, Rajoy y el socialista españoluche que lo reemplazó, etc). Hace
poco Trump consiguió controlar la CIA. Y Trump no es partidario del
mundialismo sino del imperialismo americano. Y la distinción es enorme.
El mundialismo y los neocons tratan de destruir todas la naciones,
incluso los Estados Unidos de América (del Norte), para integrar los
pueblos en conjuntos supranacionales como esa porquería masónica de
Unasur o esa otra organización criminal que se llama UE. La técnica
usada para conseguir la aprobación y la adesión de los pueblos a esa
empresa criminal se llama choque de civilización y es vieja como el
pecado. Jamás los pueblos aceptarán renunciar a sus naciones respectivas
para los ojos legañosos de los mundialistas. Pero sí son capaces de
unirse contra un enemigo común y de fusionar matando a los mismos chivos
expiatorios. Y es por esa razón que los neocons atacaron y destruyeron
Irak, Yugoslavia, Irak de nuevo, Afganistán, Somalia, Libia, el Donbás
(en Ucrania), Siria, etc.
El imperialismo americano trata de dominar la otras naciones. Pero no
trata de destruirlas para integrarlas de fuerza en un conjunto
supranacional. Tampoco impone como lo hacen los mundialistas el aborto,
el reconocimiento social de la homosexualidad, el casamiento-marica, la
invasión migratoria, la mezcla forzada de pueblos que se odian, la
eutanasía, el eugenismo, la destrucción de la familia, la liberación de
la pedofilia, el transhumanismo, etc.
Y desde que Trump consiguió controlar la CIA, los populistas llegaron al
poder en Austria y en Italia. Los populistas húngaros alzan la voz,
Merkel la chancha asquerosa conoce problemas graves y a Macron, el
mequetrefe vulgar, le traicionan los grupos políticos y mediáticos que
lo llevaron al poder. Los mismos que le alzaron hasta el Capitol ahora
lo tiran desde lo alto de la Roca Tarpeya. Y el muy mequetrefe de Macron
esperimenta una pesada ataque con relación a su amante moro que le
servía de guarda espaldas, el tal Alejandro (Ahmed en verdad) Benalla
nacido Benallah lo que en árabe significa Hijo de Dios, ¡jua, jua, jua!