Post by rilkeSino que son los uniformes de Hugo Boss los que inspiraron 17 anios
de dictadura pinochetista.
saludos,
r.
Estimada Rilke, aqui hlgo interesante para que leas:
"Las Fuerzas Armadas de Chile y el nazismo"
(1). Antecedentes y situación de las fuentes históricas
(2). Un general del ejército funda el primer partido nazi chileno
(3). Oficiales del ejército como propagandistas del nazismo y su
coordinación con el NSDAP (AO) Landesgruppe Chile
(4). El espionaje militar alemán y el Registro de las personalidades
importantes de la vida militar y política de Chile (1941-1944). (La
«lista negra» alemana de oficiales chilenos pro-Aliados)
(5). El gobierno, el Ejército de Chile y la compra secreta de armas
alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. El soborno al ministro
Alfredo Duhalde
(6). Los enigmas del buque-escuela obsequiado por la Alemania nazi a
la Marina de Chile
(7). El general W. Faupel, su Instituto Iberoamericano y los
agregados militares chilenos
(8). La revista Ejército-Marina-Aviación del general W. Faupel como
instrumento de infiltración. Un joven oficial suscriptor suyo: Augusto
Pinochet.
--------------------------------------------------------------------------------
(1). Antecedentes y situación de las fuentes históricas
Puede decirse que, en general, la sociedad chilena y sus fuerzas
determinantes no han sido permeables a permitir que funciones
políticas relevantes, en cualquiera de los poderes de la sociedad y el
estado, fueran asumidas por chilenos de ascendencia alemana. Al menos
hasta mediados de los años setenta del siglo xx. La importante y en
muchos casos positiva influencia científica, cultural y técnica
alemana se ha realizado más bien en el anonimato institucional. En la
vida universitaria, en especial durante los años veinte y treinta,
prácticamente no había una sola facultad en la que no estuvieran
presentes académicos alemanes, y ello era todavía más notorio en el
ámbito de la formación de profesores de enseñanza básica (en la
Escuela Normal) y media (en el Instituto Pedagógico fundado,
precisamente, por especialistas alemanes en 1889).1 Pero en la
institución donde esta influencia se muestra más definidamente, y a
partir de finales del siglo xix de modo casi exclusivo, es en el
Ejército de Chile y, en menor grado, pero al parecer de un modo nada
despreciable, en las otras armas de las Fuerzas Armadas y aun en los
Carabineros. Los historiadores han abordado, con diferente éxito e
irregular uso de fuentes documentales directas, el asunto de la
influencia alemana en las Fuerzas Armadas chilenas. Estudios ya
conocidos son los de Jürgen Schaefer,2 Ettmüller,3 Vial Correa,4
Maldonado Prieto,5 Quiroga Zamora/Maldonado Prieto,6 Nunn7 y Joxe,8
entre otros. Aquí no se pretende en modo alguno construir variantes
interpretativas alternativas a ésas, ni siquiera completarlas en su
intención propia. Sólo quisiera, también en este caso, dar a conocer
algunas fuentes nuevas por lo que respecta a la actitud de las
instituciones armadas chilenas ante el surgimiento y el desarrollo del
nazifascismo alemán, en la convicción de que así se contribuye a la
posibilidad de establecer nuevas y fundadas interpretaciones de
conjunto. En la medida en que las fuentes principales aquí usadas han
sido descubiertas en archivos alemanes, el aporte podría ser
significativo en más de un sentido.
Las fuentes chilenas relativas al tema del presente capítulo quiero
usarlas en relación a los asuntos que vayan surgiendo de las
principales fuentes aquí consultadas, sobre todo porque no existe en
Chile un archivo análogo al Archivo Militar Alemán (Militärarchiv),
dependiente del Archivo Federal (Bundesarchiv).
El punto de intersección entre el pasado prusiano,
prenacionalsocialista, y el presente nazi define la nueva naturaleza
histórico-política de las Fuerzas Armadas alemanas, su mutación de
aparato militar conservador, autoritario y nacionalista (Reichswehr)
en uno de los instrumentos principales para la ejecución de las metas
criminales del Estado nazi (Wehrmacht). También en lo que respecta a
la investigación de la actitud de las Fuerzas Armadas chilenas (en
particular, el Ejército) es precisamente en esta mutación donde cabe
buscar fuentes históricas que sean elocuentes y a la vez precisas.
Para el Ejército chileno había, hacia 1933-1934, al menos dos figuras
militares paradigmáticas representantes del espíritu «alemán» en el
cual se había forjado como institución: los generales Hans von
Kiesling y Hans von Knauer. Al viajar el primero a Alemania en 1934,
por seis meses, «para perfeccionar sus conocimientos técnicos y
visitar a sus familiares», el Ministerio de Defensa Nacional apoyó
incluso su petición ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de
«recibir por gracia un pasaporte diplomático». El ministro Emilio
Bello Codesido justificó su petición aludiendo a «los valiosos
servicios que durante quince años ha prestado a nuestro Ejército».9 En
su escrito La instrucción militar alemana en Chile. Recuerdo de
cuarenta años, el general Francisco Javier Díaz, una figura clave en
la penetración nazi en el Ejército chileno, escribe en 1926 sobre el
general Hans von Kiesling, por entonces coronel: «por su cultura
militar, por sus excelentes aptitudes de maestro y por la brillante
actuación que le correspondió durante la guerra, es toda una
personalidad. Es, además, un distinguido escritor militar. El combate
de encuentro y Órdenes de combate revelan la profundidad de sus
conocimientos y su utilidad para la instrucción de los oficiales.»10
Von Kiesling participó en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y
volvió a Chile en 1919 trayendo sin duda consigo la mentalidad y la
interpretación ideológica de la institución en la cual luchó. Ésta fue
transmitida, como es natural, a la institución chilena que asesoraba e
instruía. El coronel Hans Bertling, al describir el discurso del
Kaiser para despedir a los oficiales prusianos que se marchaban a
Chile, recuerda lo dicho entonces por el monarca prusiano: «Es la
primera vez que oficiales alemanes se van al extranjero. Que cada uno
cumpla con su deber como lo aprendió en su patria.»11 La influencia
profesional y personal del general Hans von Knauer no era menor. En
1935, sus méritos y el buen criterio diplomático del gobierno chileno
lo iban a hacer merecedor de la Orden «Al Mérito» General Bernardo
OHiggins con el grado de Comendador.12 En ambos militares alemanes,
los oficiales del Ejército de Chile pudieron observar una mutación tan
radical como la de su institución prusiana. Mientras Von Knauer
ingresó en el NSDAP muy temprano ya en 1931, el general Von Kiesling
ingresaba formalmente en el partido nazi NSDAP (AO) Landesgruppe Chile
el 10 de mayo de 1933.13 En una fiesta para celebrar el cumpleaños del
Führer (20 de abril), Von Kiesling afirmaba en su discurso: «el genio
militar que es Adolf Hitler ya ha puesto los cimientos para la
victoria final.»14 El general Von Knauer, por su parte, no sólo
participaba en las acciones del partido nazi chileno, sino que incluso
defendía con violencia inaudita las opciones dentro del nazismo que le
parecían correctas: «Quien ataque al camarada Köhn nos ataca a cada
uno de nosotros. Quien nos ataca, ataca al movimiento, y el que atenta
en su contra agrede a Alemania. A ellos les advertimos con el puño
cerrado y en alto: ¡entonces vamos a golpear nosotros!»15
Una función semejante tuvo Otto Zeppelius, instructor alemán de la
Escuela de Carabineros, quien comenzó a pertenecer activamente al
NSDAP (AO)-Chile ya en 1935 y que incluso organizó la «Liga
Nacionalsocialista de los Guerreros del Reich» para agrupar a
oficiales de diversos países bajo la conducción ideológica nazi.16
El vínculo entre los oficiales prusianos, transformados entretanto en
activistas militares nazis, con el Ejército de Chile se hacía visible
en el momento en que el general Von Knauer retornaba a Alemania en
1935. El órgano del NSDAP (AO)-Chile, el Westküsten-Beobachter,
informó sobre la comida de despedida al camarada general Von Knauer
ofrecida por el Instituto Geográfico Militar, «su Director subrogante,
el mayor Hormazábal, y unos 20 oficiales y profesores, todos con sus
esposas [...]. Ellos pusieron una vez más de manifiesto las grandes
simpatías que a nosotros los alemanes nos unen con el Ejército de
Chile».17 El Ejército alemán, sus representantes más influyentes en
Chile, los más influyentes en el interior del cuerpo de oficiales
chilenos, habían trascendido cualitativamente el militarismo
conservador prusiano para comenzar a ser el Ejército de los nazis, una
institución en manos de un partido que se pensaba revolucionario. La
importancia que tenían ambos generales para la infiltración nazi en el
Ejército chileno ya la había percibido, por su parte, certeramente, el
general W. Faupel desde su Instituto Iberoamericano de Berlín: «El
general Von Knauer en Chile desea volver a Alemania. Con él regresa el
último de los oficiales alemanes que fueron a Chile y queda sólo el
general Von Kiesling. Éste tiene ya 60 años. Pese a su excelente
estado sería bueno que vayan varios oficiales alemanes más jóvenes
para apoyarlo y que puedan mantener y reforzar nuestras posiciones en
el Ejército de Chile.»18
Von Kiesling y Von Knauer pertenecían a una institución que ya había
dejado de ser «prusiana» en el sentido popular del término. Las
Fuerzas Armadas prusianas, Reichswehr, fueron cualitativamente
transformadas por la ley que el 16 de marzo de 1935 las denominó
«Wehrmacht». En tanto que el jefe del Estado, Adolf Hitler se
convirtió entonces en su generalísimo. Hasta entonces lo había sido el
ministro de Guerra del Reich, el general Von Blomberg, comandante
supremo del Ejército, la Marina y la Aviación del Reich. Después de
haber depuesto a los generales Blomberg y Fritsch, remplazándolos por
el almirante E. Raeder y H. Göring, Hitler tomó el mando directo de
las fuerzas armadas el 4 de febrero de 1938, instituyendo el Alto
Mando de la Wehrmacht (OKW). El 19 de enero de 1941, Hitler asumió
también el Alto Mando del Ejército (OKH). La «puesta en vereda»
(Gleichschaltung) de las fuerzas armadas fue un proceso rápido y
expedito, en general asumido e impuesto por la propia alta
oficialidad, que vio en Hitler el hacedor del proyecto autoritario y
elitista anterior, hasta aquel momento fracasado. La mutación tomó
entonces el carácter de una «auto puesta en vereda» que se iba a
consumar en 1934, cuando todos los soldados alemanes debieron hacer su
juramento de lealtad a la persona del Führer. El acercamiento mutuo
tenía antecedentes: la Wehrmacht vio que su privilegio de ser la única
institución alemana portadora de armas estaba en 1933 en peligro.
Tanto por el aumento de cuadros comunistas armados como por el deseo
de los sectores «izquierdistas» del NSDAP, las SA de Ernst Roehm, de
organizar una «Reichswehr de los Trabajadores», con su ejército,
marina, aviación y policía «populares». La masacre de 1934, en la que
Hitler hizo eliminar a toda la cúspide nazi-izquierdista, fue en
realidad el primer trabajo en común entre el Führer y la Wehrmacht,
consolidando en «La noche de los cuchillos largos» un vínculo que iba
a llegar hasta el final. Con la eliminación posterior de Von Blomberg,
la Wehrmacht quedó convertida entonces en un dócil y entusiasta
instrumento al arbitrio de Hitler. Fue así entonces cómo, en su
calidad de tropa de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial, actuó
coordinadamente con la política criminal de las SS, el SD y la Gestapo
(Policía Secreta del Estado). Se dejó instrumentalizar y a la vez
actuó por iniciativa propia en represalias inhumanas y masivas en
contra de la población civil. También en las acciones contra los
guerrilleros yugoslavos y el tratamiento dado a los prisioneros de
guerra rusos. Ya el 3 de febrero de 1933 había proclamado Hitler los
nuevos principios ante el cuerpo de generales de la Wehrmacht: «No
estará permitida ninguna forma opuesta a nuestras metas. El que no se
quiera convencer, será doblegado [...]. La juventud y el pueblo deben
ser convencidos así de que sólo la lucha puede salvarnos. Pena de
muerte para el que traiciona al país y al pueblo [...] Eliminación del
cáncer democrático [...] Conquista de un nuevo espacio vital en el
Este y su germanización sin miramientos.»19 Fue de ese modo cómo la
Fuerza Aérea (Luftwaffe) de la Wehrmacht, por primera vez en la
historia humana, lanzó bombas quemando ciudades europeas enteras según
el modelo probado en Gernika. Los indescriptibles crímenes contra la
población civil desde el inicio de la operación «Barbarossa» (invasión
de la URSS) que la Wehrmacht cometió en el Este, comenzaron
precisamente con «la anulación de la legalidad de guerra» para esos
territorios a partir de mayo de 1941. «Cuando no sea posible encontrar
a los culpables de agresión artera, al menos un batallón, comandado
con el oficial correspondiente, deberá tomar medidas colectivas
violentas. Queda absolutamente prohibido dejar con vida a activistas
sospechosos que, una vez restablecida la legalidad relativa a estas
zonas, deberían ser puestos a disposición de los jueces civiles [...].
Ninguna de las acciones perpetradas por miembros de la Wehrmacht en
contra de personas civiles enemigas es punible, incluso cuando esa
acción tenga el carácter de un delito militar.»20 En las instrucciones
para el tratamiento de los comisarios políticos (6 de junio de 1941)
se puede leer: «En esta guerra la consideración y la observación de
los derechos universales frente a estos elementos es absolutamente
falaz. Todos ellos son un peligro para la seguridad y la rápida
pacificación de los territorios conquistados [...]. Deben ser
inmediatamente pasados por las armas en cuanto sean hechos prisioneros
[...]. Para juzgar sobre la cuestión "culpable o no culpable" vale más
la impresión personal que el eventual aporte de pruebas.»21 El Alto
Mando del Sexto Ejército, general Von Reichenau, ordenó respecto a la
conducta de la tropa en el Este: «la eliminación total de todos los
traidores de otras razas, a fin de asegurar la vida de la Wehrmacht en
Rusia. Sólo así vamos a estar a la altura de nuestra tarea histórica
de liberar definitivamente al pueblo alemán del peligro
judío-asiático.»22 Un joven soldado alemán escribe desde Tarnopol a
sus padres, el 6 de julio de 1941: «Queridos padres: [...] Ahora los
judíos van a tener que sacar todos los muertos del sótano, los tienen
que poner cuidadosamente en filas y se les obliga a ver lo que ellos
han perpetrado. Una vez terminada la inspección, los liquidamos con
garrotes y azadones. Hasta ahora hemos enviado más o menos mil judíos
al otro mundo, pero esto no es nada comparado con lo que ellos han
hecho. Muchos saludos, vuestro hijo Franzel.»23 Tampoco debe olvidarse
que la Wehrmacht, directa e indirectamente, colaboró en muchos
experimentos médicos hechos en campos de concentración. Entre ellos
están los crueles experimentos de congelación del Dr. Rascher con
«infrahombres» (Untermenschen) ordenados por las SS y la Fuerza Aérea
(Luftwaffe) en Dachau.24 Sus crímenes de guerra también se extendieron
a Serbia, desde donde el mando de la Wehrmacht informaba en 1941 que
habían sido liquidados los 17.000 judíos y gitanos varones de Serbia,
y el internamiento de miles de prisioneros en ghettos para, en el
plazo de un año, ser enviados mujeres y niños incluidos a las
cámaras de gas. En un informe escrito por el general Turner, del 20 de
octubre de 1941, se lee: «El enrolamiento de todos los varones judíos
de Belgrado se ha completado. Los preparativos para instituir el
ghetto judío respectivo en Belgrado están terminados. Después de
haberse llevado a cabo la liquidación de los judíos varones que ha
ordenado la comandancia en Serbia, el ghetto va a contar con una
población de 10.000 judías-hembras y judíos-niños.» Los pocos varones
judíos supervivientes, así como aproximadamente 7.000 mujeres y niños
judíos, y 292 gitanos, fueron enviados al campo de concentración de
Sajmiste. A partir de marzo de 1942 comenzó su asesinato mediante el
gas de los «camiones de la muerte».25 En noviembre de 1944 se
precisaba el § 26 del Código Militar, «afianzando un estado de cosas
que la Revolución Nacionalsocialista ya había puesto enérgicamente en
marcha»: «Todos los integrantes de la Wehrmacht tienen el deber de
ejercer su influencia, durante el servicio y fuera de él, en pro de la
concepción del mundo del nacionalsocialismo y defenderla en toda
circunstancia. Uno de los deberes más importantes de todo oficial,
suboficial y funcionario de la Wehrmacht es el de educar y conducir a
sus subordinados en el espíritu nacionalsocialista.»26
Ésta era la Wehrmacht, la institución respecto a la cual debe poder
mostrarse el desarrollo político y profesional de su compañera de
armas en Chile. La base documental disponible para reconstruir las
relaciones políticas y profesionales entre la Wehrmacht y las Fuerzas
Armadas chilenas durante el Tercer Reich es, hasta el momento,
reducida. Por el lado alemán, porque un volumen muy grande de las
actas habría sufrido los efectos del bombardeo aliado,27 y por el lado
chileno, porque no existe en Chile una institución análoga al
Militärarchiv de Friburgo/Br., con el correspondiente libre acceso.
Algunos acontecimientos aislados, entre sí vinculables, pueden, sin
embargo, echar luz sobre el conjunto.
Notas
1. C. Converse: «Die Deutschen in Chile», en H. Fröschle (ed.), Die
Deutschen in Lateinamerika, Tubinga/Basilea, 1979, pp. 301-372; D.
Aranda, J. M. Llarena y R. Tenajo: La colonia Alemana en Chile,
Santiago, 1920, pp. 7-24.
2. Jürgen Schaefer: Deutsche Militärhilfe an Südamerika. Militär-und
Rüstungsinteressen in Argentinien, Bolivien und Chile vor 1914,
Duseldorf, 1974.
3. Wolfgang Ettmüller: «Germanisierte Heeresoffiziere in der
chilenischen Politik 1920-1932», en: Ibero-Amerikanisches Archiv, 8:
1/2 (1982), pp. 85-160.
4. Gonzalo Vial Correa: Historia de Chile (1891-1973) Volumen I: La
sociedad chilena en el cambio de siglo (1891-1920), tomos 1 y 2,
Santiago, 1981.
5. Carlos Maldonado Prieto: «Entre reacción civilista y
constitucionalismo formal, las Fuerzas Armadas chilenas en el período
1931-1938», en Contribuciones Programa Flacso-Chile, 60, (3/1989).
6. Patricio Quiroga Zamora/Carlos Maldonado Prieto: «El "Prusianismo"
en las Fuerzas Armadas chilenas. Un estudio histórico 1885-1919», en
Andes, Santiago, 1988.
7. Frederick M. Nunn: Chilean Politics 1920-1931. The Honorable
Mission of the Armed Forces, Alburquerque, 1970; del mismo autor:
«Emil Körner and the Prussianization of the Chilean Army: Origins,
process and consequences, 1885-1920», en Hispanic American Historical
Review, 50: 2 (1970), pp. 300-322 y: Yesterdays Soldiers,
Lincoln/Londres, 1983.
8. Alain Joxe, Las fuerzas armadas en el sistema político de Chile,
Santiago, 1970.
9. Ministerio de Relaciones Exteriores. Oficios recibidos ministerios
III 1934. Una nota lateral al oficio hace surgir dudas, sin embargo,
de que el pasaporte diplomático, reservado a ciudadanos chilenos, le
haya sido concedido.
10. General F. J. Díaz: La instrucción militar alemana en Chile.
Recuerdos de cuarenta años (artículos publicados en El Mercurio del 11
de octubre de 1925, p. 51).
11. Coronel Don Hans Bertling: «El viaje de los oficiales alemanes»,
en F. J. Díaz, op. cit., p. 7.
12. Ver infra, Anexo II.
13. Ver infra, Anexo I, lista de los militantes del NSDAP (AO)
Landesgruppe Chile.
14. Hans von Kiesling: «Valparaíso, Führers Geburtstag», en Deutsche
Zeitung für Chile, 23 de abril de 1942, p. 3.
15. «Sprechabend der NSDAP», en Deustche Zeitung für Chile, 2 de
abril de 1934, p. 5, en Gaudig/Veit, op. cit., p. 366.
16. Ver infra, Anexo I, lista de los militantes del NSDAP (AO)
Landesgruppe Chile. Ver también Gaudig/Veit, op. cit., p. 377. En 1940
fue relevado de su cargo de instructor en la Escuela de Carabineros.
17. Westküsten-Beobachter, del 24 de abril de 1935, nr. 107, p. 79.
18. GSTA, Rep. 218, nr. 238, carta de W. Faupel al comandante Von
Jagwitz (NSDAP-AO), del 13 de mayo de 1935.
19. Protocolo del coronel Hossbach (Hossbach-Protokoll) del encuentro
en la cancillería del Reich, en Kühnl, Reinhard: Der deutsche
Faschismus in Quellen un Dokumente, Colonia, 1987, p. 316.
20. El decreto del Führer sobre la eliminación de la legalidad de
guerra, en Kühnl, op. cit., p. 374.
21. Fuentes en Kühnl, op. cit., p. 375.
22. P. Longerich: Die Ermordung der europäisschen Juden. Eine
umfassende Dokumentation des Holocaust 1941-1945, Munich, 1989, p.
137.
23. Actas de cartas del frente cit. en Walter Manoschek (ed.): «Es
gibt nur eines für das Judentum: die Vernichtung» («Sólo existe una
cosa para los judíos: el exterminino»), en Das Judenbild in Deutschen
Soldaten 1939-1944, Hamburgo, 1995, p. 33.
24. En su informe a Himmler del 5 de abril de 1942, escribe el Dr.
Rascher: «Se trataba de un experimento prolongado, sin oxígeno, a 12
km de altura, con un judío de 37 años en buen estado. La respiración
duró hasta los 30 minutos. A los 4 minutos la persona utilizada
comenzó a sudar y a agitar la cabeza. A los 5 minutos aparecieron
calambres, a los 6 y 7 minutos la respiración se hizo más agitada, la
persona-experimento perdió el conocimiento, de los 11 a 30 minutos se
redujo la respiración hasta 3 inspiraciones por minuto, para detenerse
finalmente del todo. Con cierta intermitencia apareció espuma en la
boca. Cada 5 minutos se aplicó un electrocardiograma en tres fases
diferentes. Una vez que se detuvo la respiración, se aplicó el
electrocardiograma constantemente hasta que el corazón cesó toda
actividad. Finalmente, cerca de media hora después de que el sujeto
dejara de respirar, se comenzó con la disección del cadáver.» (Actas
originales en W. Benz: Dr. Sigmund Rascher. Eine Karriere [Dachauer
Hefte. Studien und Dokumente zur Geschichte der NS
Konzentrationslager], Munich, 1993, pp. 201-202. Las actas de
testimonios directos de otros testigos de experimentos médicos, en W.
Benz, op. cit., p. 206.)
25. Las actas en W. Manoschek: Gehst mit Juden erschiessen?, op.
cit., p. 33. Sobre la función de Walter Rauff en la organización y
realización de la liquidación masiva de prisioneros con el gas
proveniente de la combustión de motores de los camiones de transporte
como forma previa a la gasificación con Zyklon-B, ver las actas
reproducidas en C. R. Browning: Fateful Months, Nueva York, 1985; M.
Beer: «Die Entwicklung der Gaswagen bein Mord an den Juden», en
Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte, 35 (1987), pp. 403-417. Walter
Rauff, el coordinador SS de «los camiones de la muerte», quien vivió
en Chile hasta 1984 como un muy próspero industrial debido a que Chile
se negó a reconocer la competencia de los tribunales israelitas y
alemanes para juzgar sus crímenes contra la humanidad, tenía como
asesor científico y técnico al Dr. Becker, asociado al mando de las
SS. En un informe de Becker a la comandancia de la policía de las SS
(Sicherheitsdienst) alude precisamente al carácter «humanitario» que
debía tener la ejecución mediante gas: «La ejecución mediante gas no
se realiza correctamente. A fin de llevarla a cabo lo antes posible,
los conductores de los camiones aceleran a más no poder. Esto tiene
por consecuencia que los ejecutados sufren una muerte por asfixia y no
por adormecimiento e intoxicación como está programado. Mis
instrucciones han confirmado que mediante un uso adecuado del
acelerador la muerte sobreviene más rápidamente y los prisioneros se
adormecen prácticamente» (Acta en Lord Russell of Liverpool: Geissel
der Menschheit. Kurze Geschichte der Naziverbrechen, Berlín, 1961, pp.
236-237.) Sobre W. Rauff y Chile, ver Epílogo, pp. 447 y ss.
26. «Soldaten bleiben Parteigenossen. Ergänzung des Wehrgesetzes. Die
politische Stellung der Wehrmachtangehörigen», en Völkischer
Beobachter, 16 de octubre de 1944. Obra fundamental sobre la función
de la Wehrmacht en el Tercer Reich son los seis volúmenes de R.
Absolon: Die Wehrmacht in Dritten Reich, Berlín, 1969 y ss.; y la
obra, también monumental, en 15 volúmenes, de G. Tessin: Verbände und
Truppen der Deutschen Wehrmacht und Waffen-SS in Zweiten Weltkrieg
1939-1945, Munich, 1979-1988.
27. Tanto el Archivo Militar del Bundesarchiv en Friburgo/Br., como
la central del Bundesarchiv en Coblenza y Berlín han podido conservar
sólo un número reducido de actas, en su enorme mayoría relativas al
siglo xix y el siglo xx hata 1921-1925. Otras versiones hablan de un
traslado de actas militares alemanas a la Unión Soviética después de
1945, debido al comprometedor trabajo en conjunto entre la Wehrmacht y
el Ejército Rojo soviético. En la Academia de Guerra e instancias
menores se puede constatar que el Reich dio formación técnica y
militar a oficiales soviéticos hasta 1937-1938.
--------------------------------------------------------------------------------
(2). Un general del ejército funda el primer partido nazi chileno
El análisis del problema debe constatar de partida un hecho por lo
demás curioso. El informe estadounidense sobre las actividades del
espionaje nazi en Chile alude en parte muy relevante, no sólo a la
intensa actividad de apoyo que un grupo importante de altos oficiales
del ejército, en retiro, realizó en favor de la Alemania nazi, así
como de sus contactos con la organización NSDAP(AO)-Chile a todos los
niveles,28 incluso ante la perspectiva de que esta organización, al
menos a largo plazo, pensaba en una intervención violenta en Chile. El
informe alude a estos oficiales también en tanto que
nacionalsocialistas y no ya como militares que sentían admiración por
una doctrina política más o menos abstracta. No era, por tanto, un
«prusianismo» lo que los hacía acercarse al nazismo, sino más bien su
asentado nazifascismo, que los hacía admirar y llevar a una nueva
etapa histórica el «prusianismo» de su juventud. Ésta es la única
razón que puede explicar el hecho desconocido de que el general
chileno Francisco Javier Díaz Valderrama, es decir, alguien que no
pertenecía a la colonia alemana, vaya a fundar en 1932 la primera
organización nazi chilena, y que vaya precisamente a ser ésta la que
fue reconocida como tal por el órgano oficial del NSDAP, el Völkischer
Beobachter, en esa época todavía editado por Adolf Hitler. Es en la
organización fundada por el general Díaz, y no en el partido «nacista»
de González Von Mareés, Carlos Keller y Tomás Allende, posterior y
bajo la influencia de Díaz, en la cual el NSDAP alemán va a depositar
su confianza. El que esta organización nazi surja ya en 1932, esto es,
antes del ascenso de Hitler al poder, revela por lo demás la
radicalidad de las convicciones nazis de Díaz Valderrama. Es indudable
la influencia que en él tuvieron tanto su formación profesional en
Alemania como el ejemplo de sus maestros Von Kiesling y Von Knauer,
pero ello sólo en tanto que ambos (Alemania y la Reichswehr) ya habían
mutado. La alusión a las actividades de Díaz en el informe
estadounidense no alude a este importantísimo rol político del
general. Éste da testimonio de una praxis política nazi y no de una
simple adhesión teórica y subjetiva.
El Völkischer Beobachter del 4 de agosto de 1932 anunciaba en
caracteres destacados: «National Sozialismus in Chile» y explicaba a
sus lectores que tras la corta intentona de M. Grove, en junio de
1932, para establecer en Chile la primera «República Socialista de
América» («bajo gran influencia comunista») y el equilibrio inestable
del nuevo gobierno regentado por el presidente Dávila, surgía en Chile
algo completamente nuevo y promisorio. «Frente a todo esto se ha
formado un nuevo y puro frente nacionalista de pleno rechazo de los
pensamientos marxistas y con la consigna: "El ciudadano tiene el deber
de ayudar al mantenimiento del estado con su trabajo." El gran mérito
de todo esto corresponde al General Díaz. Él habla alemán igual que su
lengua materna y lee con unción libros alemanes. Así es como se ha
dedicado intensamente al estudio de los escritos de Adolf Hitler, los
ha traducido al castellano y ha llegado a la convicción de que el
nacionalsocialismo enriquecerá ventajosamente a su país. Por el
momento, no se suele poner en primera fila y no forma parte del nuevo
gobierno. Pero su obra es la fundación oficial del Partido
Nacionalsocialista, que ya en junio se ha hecho realidad a través del
siguiente mensaje que ha publicitado la prensa chilena: "Del interés
de todo ciudadano: los comandantes, oficiales y suboficiales en retiro
de las Fuerzas Armadas, los reservistas de estas instituciones y todos
los civiles, empresarios, empleados y obreros son llamados a
integrarse a las filas de la Legión Social Nacionalista, cuyo fin es
la salvación nacional expresada en el Manifiesto Cómo se sirve a la
Patria. La Comisión Directora." Todo este movimiento parece desde
este mismo momento muy promisorio, sobre todo por el gran amor del
general Díaz a su patria, por su carácter intachable y sincero, por su
carencia de toda ambición personal, así como por su enorme fuerza de
voluntad unida a su gran inteligencia [...]. Nosotros, los
nacionalsocialistas alemanes tenemos todas las razones para seguir con
el mayor interés la obra de este hombre. ¿Podrá conseguir este
luchador por la idea del nacionalsocialismo construir a Chile social,
económica y políticamente de acuerdo a nuestra concepción del
mundo?»29
Esta atención preferencial a la praxis nazi del general Díaz y la
relativa indiferencia por el movimiento civil «nacista» revela una
lógica clara del NSDAP. El intento de ganar primero a los altos y
medios oficiales en retiro tenía una función política sólida: a través
de ellos se esperaba ganar una influencia cada vez más radicalizada
sobre los oficiales en servicio. En el intento de ir reconstruyendo
todo el conjunto de relaciones que fue creando la infiltración nazi y
la autorradicalización de los oficiales chilenos importa, por tanto,
examinar los testimonios escritos que produjeron los oficiales en
retiro en apoyo del desarrollo del nazismo alemán en su país y su
vínculo con las instituciones aludidas en estos textos y la acción
conjunta entre ellos y el NSDAP (AO)-Chile.
Notas
28. Véase supra, capítulo V, pp. 266-268, 276-279.
29. «National Sozialismus in Chile», en Völkischer Beobachter del 4
de agosto de 1932. El general Díaz fue oficial en el Batallón de
Zapadores nr. 4 del Ejército Prusiano, subsecretario del Ministerio de
Guerra y asesor militar del Ministerio de Guerra de Colombia (1934).
--------------------------------------------------------------------------------
(3). Oficiales del ejército como propagandistas del nazismo y su
coordinación con el NSDAP (AO) Landesgruppe Chile
Una de las características más sorprendentes de la relación de
miembros en retiro de las Fuerzas Armadas chilenas con el movimiento
nazi alemán se hace visible al comparar su actitud ante las ideologías
en boga y ante las respectivas instituciones de épocas anteriores. En
efecto, es justo a partir del surgimiento del nazifascismo alemán
cuando surgen amplios grupos fanatizados y febrilmente activos con
actitudes de praxis política (no sólo tomas de posición intelectual)
anteriormente inexistentes. La relación con los valores «prusianos»
tradicionales, esto es, la incorruptible e incondicional sujeción al
estado (y a su jefe, el emperador), el conservadurismo autoritario, la
sacralización de toda la jerarquía y de la patria (ciertamente también
en despectiva comparación con las patrias de otros), el carácter
absoluto de los rangos y una convicción inconmovible de la
superioridad de los valores militares respecto a los civiles, todo
ello no podía causar ni en Prusia ni en Chile una alteración
cualitativa de los hechos. El sentido de la historia era la
conservación y no la revolución. Por eso el paso del tiempo sin
alteraciones era la norma natural para valorar los hechos. Sólo el
peligro real de una revolución que venía desde fuera, desde las clases
trabajadoras, podía alterar este orden interno y estimular el
surgimiento de una revolución contraria, una que alterara todo a fin
de defender lo necesariamente conservable. Ése es el motivo de que
justo en ese momento, también de crisis mundial, vaya a surgir un
pathos a la altura de la urgencia. No sólo en la sujeción de la
Wehrmacht al movimiento revolucionario del NSDAP, sino también en la
sujeción de altos oficiales en retiro chilenos, que van a hacer el
giro correspondiente desde la periferia. Los textos nazis escritos por
oficiales del Ejército de Chile fueron publicados en alemán y en su
mayoría por el Westküsten-Beobachter, el órgano oficial del NSDAP
(AO)-Chile. El vínculo de estos oficiales (y con ellos los de sus
naturales contactos dentro de la institución) con la organización
misma del NSDAP revela que en modo alguno se limitaron a la sola labor
propagandística. Varios artículos del general Francisco Javier Díaz
fueron publicados también en instituciones oficiales de la Wehrmacht
en Berlín.30
Al ir recorriendo la serie de textos reunidos se puede observar su
acoplamiento orgánico a los sucesos en el Reich y a las exigencias de
su política. El conjunto documental se inicia precisamente con el
tratamiento del momento clave para la transformación cualitativa de la
relación Reichswehr-Estado nazi: la muerte del mariscal Hindenburg, el
2 de agosto de 1934. A partir de ese momento y gracias a un
plebiscito, Hitler reunió en su persona los dos cargos fundamentales:
el de canciller del Reich y el de jefe del Estado, vinculando con ello
las fuerzas armadas a su persona. Los Deutsche Monatshefte für Chile
reaccionaron a los hechos con un artículo que reproducía el discurso
de homenaje del Führer valdiviano, el camarada Willy Wirth.31 Pero
también con un comentario sobre los acontecimientos en la Escuela
Militar de Santiago: «Cuando se escuchó la noticia del fallecimiento
del mariscal y presidente del Reich Von Hindenburg, el profesor de
química, Donoso, hizo ponerse en pie a los alumnos del quinto año y
guardar así un minuto de silencio. Entonces, rindió un homenaje a los
actos del fenecido y proclamó al pueblo alemán como un ejemplo
luminoso para todas las naciones, recordó lo que han aportado los
oficiales alemanes, los catedráticos y maestros alemanes al desarrollo
de Chile y, por último, expresó sus sentimientos de condolencia a los
emigrados alemanes del sur de Chile, que han civilizado y cultivado el
Sur. Es alentador para el corazón que Alemania tenga estos amigos en
Chile. Se sabe, por lo demás, que en las filas de la Escuela Militar
de Santiago hay muchos hijos de chilenos de ascendencia alemana y
puede ser ¡que cada año sean más los cadetes chileno-alemanes que
hacen honor a su nombre alemán en este extraordinario
establecimiento!»32
A partir de finales de 1934 se hace visible una institución que debía
servir de complemento a la Asociación de Amigos de Alemania, dirigida
por oficiales chilenos, y que debía ser punto de encuentro entre
oficiales alemanes y chilenos, con permanente presencia de la
dirección del NSDAP (AO)-Chile y los diplomáticos del Reich en Chile.
Era la Deutscher Militär Verein. El Westküsten-Beobachter del 20 de
diciembre de 1934 publica un informe de H. V. K. (puede ser el general
Hans von Kiesling o Hans von Knauer), respecto a una reunión de
camaradería de la asociación. Se revela allí no sólo la participación
de los generales Javier Díaz y René Ponce, sino la designación de
Ponce como miembro honorario. Un marco de especial relevancia tuvo la
reunión por la presencia en ella de la Comisión Comercial Alemana,
dirigida por el camarada Dr. Kiep. Éste, también ex combatiente, y los
camaradas Von Kiesling y el cónsul camarada Reichman saludaron
especialmente al general Javier Díaz. «Todo fue un testimonio de la
comunidad cordial formada por los camaradas chilenos y alemanes.»33
El general de división en retiro Guillermo Novoa S. va a publicar, en
1935, también en el órgano del NSDAP (AO)-Chile, un artículo muy
importante por los datos retrospectivos que contiene. Novoa informa
que los gobiernos chilenos decidieron enviar en el pasado a Alemania
un número de oficiales del ejército muy elevado. Hasta el inicio de la
Gran Guerra sumaban trescientos oficiales, de un total de mil
oficiales que formaban parte de la institución. Novoa informa, además,
en su discurso de la presencia de oficiales chilenos como observadores
directos de la guerra mundial, hecho que les significó a muchos «el
honor de llevar la Cruz de Hierro en nuestros pechos». La situación de
postguerra no alteró la relación: «Pese al Tratado de Versalles,
Alemania apoyó también, después de la guerra, el intercambio con
oficiales chilenos. Muchos chilenos que hoy integran el ejército
actual han gozado de una formación en Alemania, entre ellos también el
comandante en jefe actual, general don Óscar Novoa, quien fue enviado
en 1927 a Dresde y Potsdam. Yo mismo fui agregado militar en Berlín
[...]. Especial mención merecen los generales Von Kiesling y Von
Knauer, que hoy sirven como generales chilenos en nuestro ejército.»34
Poco tiempo después, en mayo de 1935, el general Francisco Javier Díaz
iba a publicar en El Mercurio de Santiago un artículo muy relevante
para entender el vínculo entre ejército y nacionalsocialismo, es
decir, la mutación de la Reichswehr en Wehrmacht y la importancia del
fenómeno para las Fuerzas Armadas chilenas. El artículo fue traducido
al alemán y publicado también por el órgano del NSDAP chileno, el
Westküsten-Beobachter. «Para mí fue una gran sorpresa comprobar que el
NSDAP, este nacionalsocialismo, no sólo no era un enemigo de la
organización y conservación del poder armado, sino, muy por el
contrario, que perseguía las metas que hasta hoy todo militar
considera las ideales. De hecho, se deduce de los artículos 32 y 34 de
su programa que el Partido Nacional Socialista reafirma el principio
sagrado de la Nación en Armas y del derecho y obligación del servicio
militar obligatorio.»35
El 13 de junio de 1935, la Deutscher Militär Verein celebró su 26
aniversario. La lista incompleta de los invitados chilenos incluye no
solamente a los huéspedes regulares, los generales Ponce, Díaz,
Vergara y otros, sino «un gran número de oficiales del Ejército, la
Marina y los Carabineros». También al «ex intendente de la provincia
de Llanquihue, el enviado del Reich barón Von Schoen, el secretario de
la legación, camarada Dr. Tripeloury y las máximas autoridades del
NSDAP (AO)-Chile, los camaradas Hübner y Goverts...».36
La «Acción de Gracias por las Cosechas» es una de las fiestas alemanas
tradicionales más manipuladas por el partido nazi. La asistencia del
Führer y toda su pléyade partidista, de las más altas autoridades del
estado, le daban un realce especial, típicamente escenificado. La
colonia alemana en Chile asumió también la mutación correspondiente.
El órgano del partido nazi chileno informaba en octubre de 1935 sobre
la solemne celebración en la sala del Deutscher Sport Verein, «repleta
hasta la última butaca»: «En el centro se formaron las columnas del
Jugendbund y a las 11.30 en punto, a los compases marciales de la
Banda del Regimiento Buin, se inició el desfile de los 14 pabellones
de todas las asociaciones con sus integrantes. A ellos los siguieron
la tropa del departamento de gimnasia y el departamento de
deportes/reservistas del NSDAP y los jóvenes del Jugendbund.» A
continuación se escucharon los discursos del camarada Goverts, del
párroco evangélico Karle y del enviado Von Shoen.37
Otro acontecimiento relevante y que deja entrever otro aspecto de las
relaciones intermilitares es la primera tarde de camaradería entre el
Deutscher Militär Verein y la British Legion en Santiago. Ésta debía
dar paso a una colaboración permanente. Esta vinculación tenía un
trasfondo muy importante, a saber, la convicción de una vinculación
racial elemental entre alemanes y sajones que debía conducir a una
acción histórica mancomunada. Albión no siempre debía ser perversa y
por ello esta forma de alianza fue compartida incluso por algunos
miembros de la familia real británica. A este proyecto correspondía la
esperanza de unir ambos pueblos, no sólo en la tarea inmediata de
destruir el bolchevismo, sino también en la de dar una nueva
conducción «espiritual» a Europa. Los nazis se dieron así a la tarea
de contactar en todo el mundo con ex combatientes británicos para
establecer pactos con las Militär Vereine alemanas. Así, en diciembre
de 1935, el Westküsten-Beobachter informaba de una tarde de
camaradería entre la Deutscher Militär Verein y la British Legion, con
banderas del Reich, de Gran Bretaña y Chile, en la que se reunieron
«más de 120 camaradas alemanes con 30 británicos» y con la presencia
del enviado Von Schoen y el personal diplomático del Reich (no asistió
una delegación del NSDAP [AO]-Chile) y esta vez no sólo de los altos
oficiales en retiro del Ejército chileno, sino también del general en
activo Sepúlveda, el teniente coronel Maldonado y el teniente coronel
Oelckers, de la Escuela de Carabineros. Nuevamente con el fondo
musical del orfeón de la policía. El spiritus rector de esta reunión
era el instructor Zippelius, de la Escuela de Carabineros, quien en su
discurso apeló a la necesidad de cambiar la historia para que los
pueblos «no se precipiten en catástrofes improductivas» (sic).
Nosotros, «como pueblos de la misma sangre y raza, debemos buscar el
bien de nuestros pueblos racialmente iguales y con ello el de toda la
humanidad». La reunión llegó a su fin con un discurso del legionario
británico Mr. Mac-Donald y otro del general Von Kiesling, seguidos por
el himno nacional chileno. La asamblea aprobó el texto de dos
telegramas, enviado el uno a Su Majestad Británica The Prince of Wales
y el otro al Führer y Reichskanzler.38
En febrero de 1936, el Westküsten-Beobachter informaba de otra
iniciativa importante del general Francisco Javier Díaz, su revista La
Defensa Nacional, dirigida ante todo a los miembros del Ejército. En
el número comentado se destaca el texto en que Díaz exige aumentar
enérgicamente el número de los soldados para que puedan cumplir a
cabalidad su misión de defender al país. «La formación de 4.000
reclutas al año es absolutamente insuficiente.» De trascendencia es
también un artículo del general en retiro Marcial Urrutia sobre la
«guerra» italo-etíope. El capitán en retiro A. Reyes escribía, por su
parte, sobre «la educación física y la formación premilitar en
Francia» y «las cualidades intelectuales y morales del oficial en
combate». En otro texto, el capitán de corbeta S. Rodríguez argumenta
en favor de la adquisición de un nuevo buque-escuela para la Marina de
Chile, porque la corbeta Baquedano ya no está en condiciones de
cumplir funciones de tal.39
En los informes del Servicio de Investigaciones de la policía chilena
se hace mención a los campamentos de verano del Jugendbund para los
jóvenes chileno-alemanes y de su caracter paramilitar. El
Westküsten-Beobachter del 27 de febrero se refiere también al asunto,
pero da información adicional de importancia. Por una parte, la
descripción de la organización del campamento y la distribución del
día evidencian el carácter paramilitar del evento (se destaca «el
adiestramiento espiritual y corporal hecho por profesionales»), pero
también el apoyo generoso de las autoridades militares chilenas al
permitir «el uso de transmisores de radio propios». No sólo eso: «El
comandante del Regimiento de Infantería "Caupolicán" suministró todos
los alimentos consumidos durante la jornada» y también el intendente
de la provincia, coronel Jorge Berguño Meneses, hizo una visita de
estilo al campamento.40
De importancia también es el informe que el Westküsten-Beobachter
publicó el 20 de agosto de 1936 sobre la celebración de los 30 años de
existencia de la Camaradería Militar Alemana, de Osorno, y un homenaje
a Hindenburg. En el programa destacó, no sólo «la numerosa presencia
de oficiales del Ejército chileno», sino la de su capellán militar, el
padre Walter Horsthemke, también un chileno-alemán. «Tomó la palabra
en tanto que capellán militar chileno, en nombre de los oficiales
chilenos, para rendir un gran homenaje al mariscal fenecido.» Se dio
término al acto con el himno Horst-Wessel y la canción nacional
chilena.41
Otro aspecto muy importante de las relaciones entre miembros de una
Wehrmacht en ebullición ideológica con el Ejército de Chile es tratado
por el general Hans von Kiesling en un artículo publicado por el
Deutsche Zeitung für Chile. von Kiesling se refiere allí a sus
tácticas cuasi conspirativas para eludir las disposiciones del Tratado
de Versalles destinadas a limitar drásticamente la influencia militar
alemana. «Cuando volví, en enero de 1924, a Santiago, para restablecer
los vínculos con la Reichswehr alemana (sic), me encontré con una
situación completamente diferente a la de 1914. La Aviación tenía
instructores británicos, oficiales chilenos servían en gran número en
el Ejército francés y en el ejército la concepción del mundo francesa
había encontrado un gran eco. En lucha contra esta situación, recibí
el apoyo de mis amigos y alumnos de otro tiempo que, entretanto,
ocupaban cargos de mucha importancia. Al comienzo trabajé en secreto,
enseñé vestido de civil en los más diferentes centros de educación
militar, hasta que logré, en 1926, oficialmente como coronel del
Estado Mayor, restablecer nuevamente la influencia alemana en el
ejército. A partir de ahí, rápidamente todo marchó de forma favorable.
Los nuevos reglamentos alemanes fueron traducidos y puestos en
práctica. El comandante alemán Otto Zippelius se sumó a mi trabajo y
aumentó rápidamente el número de oficiales chilenos que se
incorporaron a la Reichswehr. El número de oficiales instructores
alemanes aumentó a doce. Pertenecían a todas las diferentes armas y
ejercieron en todos los institutos militares.»42
En el año 1937, la situación política internacional comienza una fase
de radicalización que terminaría, provisionalmente, con la anexión de
Austria y Checoeslovaquia al Reich en 1938. En Chile, la polarización
de fuerzas iba a conducir a la formación de un gobierno de estilo
Frente Popular y a un intento golpista de los «nacistas», con
implícita ayuda de sectores del ejército. No es posible estudiar este
vínculo ulteriormente porque la documentación respectiva ha
desaparecido del Archivo Nacional de forma irregular,43 pero sí es
plenamente documentable el carácter subversivo que por este tiempo van
a asumir los textos del general Díaz publicados por el órgano nazi
Westküsten-Beobachter. En su artículo sobre «El sistema militar alemán
en Chile», Díaz, no sólo vuelve a recordar el pasado, sino que en
referencia clara al presente exige transformaciones radicales en el
Ejército chileno: «cincuenta años han pasado y el desarrollo militar
iniciado en 1885 ha tomado su curso sistemático ulterior. Se contrató
nuevo personal alemán y se garantizó así el vínculo duradero y el
acercamiento a los métodos alemanes. Sin embargo, y esta afirmación es
importante, el Ejército alemán ha sido sometido ahora a
extraordinarias transformaciones en su organización interna, en sus
fundamentos tácticos, técnicos y administrativos, reformas que se han
reflejado de forma muy reducida en el Ejército de Chile. La tarea
actual es introducir las reformas necesarias. Para ello no basta con
superar la inercia innata de ciertas instancias [...], sino que
también deben superarse los intereses y las ambiciones personales que
atentan en su contra. Esta renovación del cuerpo militar chileno es, a
mi juicio, una de las más importantes tareas y su cumplimiento debe
ser logrado por cualquier medio».44
Tras el fracaso de la aventura «nacista», el movimiento realiza un
repliegue táctico y comienza a utilizar, también en lo
propagandístico, a chilenos útiles. Es así cómo, al iniciarse la
publicación en castellano del Deutsche Zeitung für Chile, la dirección
contrata al oficial del ejército en retiro Renato Valdés como redactor
de la página editorial. Al presentarlo a sus lectores se explica:
«"Don Renato", un fiel amigo de los alemanes, se puso a disposición ya
en 1914, estuvo comisionado en Alemania y fue después diplomático,
encargado de negocios en Austria...»45
Un acontecimiento de la mayor importancia fue la celebración del
treinta aniversario de la Camaradería de los Guerreros Alemanes
(Deutsche Kriegerkameradschaft Santiago), celebrado solemnemente en la
sala mayor del Sport Verein con una asistencia superior a las
trescientas personas. Entre ellas, además de los huéspedes
permanentes, asistieron también miembros de la Asociación Italiana de
Ex combatientes y los militares en servicio activo agregados a la
embajada italiana, el líder de la Falange Española, Zapatero, y el
marqués de Lojendio, secretario de la Embajada de España. Pero el
acontecimiento más sorprendente y relevante fue la aparición a horas
avanzadas de la tarde del comandante en jefe del Ejército, general
Fuentes Rabé, en compañía de casi la totalidad de los generales de la
guarnición de Santiago. En su honor, los oficiales de la asociación
alemana hicieron interpretar la Canción de Yungay 46 [...].47
A partir de 1939, con el inicio de la invasión de Polonia y de la
Segunda Guerra Mundial, todas estas asociaciones multiplicaron su red
de actividades. En 1941, por ejemplo, destacan las conferencias del
general Von Kiesling «Pensamientos sobre la situación militar en
Europa», iniciadas en Valparaíso: «La batalla del Norte es la batalla
por el canal [...]. Quien controla el canal tiene el destino de Europa
en sus manos [...]. Pero la maravillosa coordinación de todas las
armas y la subordinación de todo el pueblo alemán a la voluntad del
Führer para alcanzar la gran meta, la aniquilación del Imperio
Británico, es el universalmente admirado secreto del éxito alemán. La
hora decisiva se aproxima.»48 La acción pronazi del general Von
Kiesling parece haber alcanzado un nivel febril. Dicha actividad
provocó dos atentados contra su familia, uno contra su casa y otro
contra la de su hija, aunque sin causar daños de consideración. Pero
ello bastó para que el general, en una reacción por lo demás típica y
más tarde generalizada, se autoproclamara víctima. Él nunca habría
intervenido en política y ya estaba del todo retirado a la vida
privada. Recordó sus servicios prestados a Chile.49 El Deutsche
Zeitung für Chile del 7 de mayo de 1942 traía la noticia de que el
NSDAP (AO) Landesgruppe Chile, «para evitarle problemas al gobierno
chileno», había decidido poner término a sus actividades. Pero en la
página siguiente comentaba que en la ciudad de Osorno, en el sur de
Chile, con ocasión de la celebración del Día Nacional de la Nueva
Alemania, «el vicecónsul Von Conta recibió ante su casa una serenata
de la banda del regimiento. En el homenaje participaron el comandante
del Regimiento de Pioneros, Sr. Contreras, y el segundo jefe,
comandante Portales, así como el comisario del Cuerpo de Carabineros y
los representantes del gobierno».50 La Asociación de Amigos de
Alemania, fundada por altos oficiales del Ejército chileno, contaba en
1942, sólo en Santiago, con 5.500 miembros.51 En 1943, aceptando
«disciplinadamente» la decisión del gobierno de romper las relaciones
diplomáticas con el Eje, la asociación se disuelve, pero recordando
que sólo había apoyado incondicionalmente a Alemania, consecuentemente
y en especial cuando «se vio obligada a iniciar la guerra». La
comunicación era firmada por el vicealmirante en servicio activo Luis
V. López S. y por los generales del Ejército en retiro F. J. Díaz,
Carlos Vergara Montero, Guillermo Novoa S., Javier Palacios Hurtado,
Manuel Campo R.; por los coroneles Miguel Barrios C., Luis A. Varela
F., por el coronel de administración Enrique Baeza Yávar y por los
señores Miguel Martínez y Ricardo Herrera Lira.52
Notas
30. F. J. Díaz: «Chiles Wehrkraft», en Wehrfront. Spandau
Wehrmachtfachschule, nr. 1253/680, Berlín, 1938. Díaz tradujo al
castellano la obra de Werner Ehrenfeucht: Manual para la instrucción
de la caballería, Bogotá, 1934 (Diccionario Biográfico de Chile,
1937-1938, Santiago, 1938, p. 247).
31. Willy Wirth: «Rede am Bestattungstage Hindenburgs», en Deutsche
Monatshefte für Chile, 15. Jg., pp. 7-8, agosto de 1934, pp. 189-194.
32. «Escuela Militar, Santiago», en Deutsche Monatshefte für Chile,
ebda., p. 194.
33. H. V. K.: «Deutscher Militärverein, Santiago», en Westküscken
Beobachter, 3 Jg., del 20 de diciembre de 1934, nr. 62, p. 69.
34. Guillermo Novoa S., Div. General in Ruhestande: «Deutsche
Mitarbeit in der Entwicklung der chilenischen Armee», en
Westküsten-Beobachter, 3. Jg. del 10 de enero de 1935, nr. 65/66.
Sería muy interesante reconstruir el procedimiento jurídico por el
cual se permitió a ciudadanos extranjeros encargados de asesoría
técnica ejercer el rango de generales del Ejército de Chile con los
consiguientes problemas relativos a la seguridad nacional. Esto
resulta especialmente relevante porque en los países limítrofes
también se encontraban, en este tiempo, importantes oficiales alemanes
con funciones análogas (E. Röhm en Bolivia, W. Faupel en Perú y
Argentina, por ejemplo). La contratación de oficiales alemanes como
instructores del Ejército de Chile significaba una transgresión de las
disposiciones del tratado de Versalles, que prohibía la proliferación
del militarismo alemán. Por eso las gestiones se llevaron a cabo de
manera clandestina. En un telegrama del 27 de agosto de 1920 enviado
en clave al Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, el enviado
en Santiago escribe: «Según comunicación del comandante Pérez, el
gobierno chileno quiere contratar al coronel Mohs y a otros muy
eficientes oficiales como instructores, en la medida en que ello pueda
hacerse con la mayor discreción, posiblemente haciéndolos pasar por
colonos. Ruego respuesta telegráfica para saber si es posible. Se
exige secreto absoluto. Gumbrecht.» (AA, 27 de agosto de 1920,
Embajada de Alemania en Santiago al AA de Berlín, en Bundesarchiv Film
Nr. 16608, Chile: Militärangelegenheiten).
35. General Francisco J. Díaz: «Nationalismus und Wehrmacht», en
Westküsten-Beobachter, 3. Jg., nr. 87, del 6 de junio de 1935, pp.
9-10. Publicado originalmente en El Mercurio del 23 de mayo de 1932,
es decir, al mismo tiempo en que el Völkischer Beobachter hacía
mención de Díaz y su recién creado partido nazi (ver supra, pp.
365-366). Importa, sin embargo, mucho destacar que Díaz, en este
artículo, exige abstenerse de participar directamente en las reyertas
partidistas manteniendo con ello incólume la cohesión técnica y moral
de la institución y sus posibilidades de intervención coherente. Al
disolver Hitler todos los partidos del poder, el problema,
artificialmente aludido por el general Díaz, desaparece. La mención
sólo estaba referida al contexto político e institucional chileno de
esa época.
36. «Deustcher Militärverein, Santiago», en Westküsten-Beobachter, 3.
Jg., nr. 88, del 13 de junio de 1935.
37. «Erntedankfest der Deutschen Kolonie zu Santiago», en
Westküsten-Beobachter, 3. Jg., nr. 105, del 10 de octubre de 1935. Una
fiesta análoga, con participación del enviado y las máximas
autoridades del partido nazi en Chile, en la que esta vez intervino el
orfeón de los Carabineros, fue la celebración de los 25 años de
existencia del Liceo Alemán de Santiago dirigido por la Orden del
Verbo Divino. «Tras discursos del Dr. Arturo Droguett del Fierro y, en
nombre de los ex alumnos, don Pedro Lira Urquieta, se interpretó el
canto de batalla "Yo tenía un camarada"» (Westküsten-Beobachter, 3.
Jg., nr. 108, del 31 de octubre de 1935).
38. «Kameradschaftsabend des Deutschen Militärvereins zu Santiago und
der British Legion», en Westküsten-Beobachter, 4. Jg., nr. 114, 12 de
diciembre de 1935, pp. 71-73. El mismo número contiene un llamamiento
a participar en el «Día del Soldado de la Libertad» en Osorno (enero
de 1936) en que se alude a la unidad de criterios con «nuestros
hermanos de raza» británicos (ebda., p. 73).
39. «Literaturhinweise. La Defensa Nacional», en
Westküsten-Beobachter, 4. Jg., del 13 de febrero de 1936, nr. 123, pp.
75-76. La Marina del Reich iba a satisfacer esta necesidad en 1939
obsequiando una nave a la Marina de Chile, a fin de emplearla como
buque-escuela (ver infra, pp. 393 y ss.).
40. «Kolonie-und Familiennachrichten. Sommerlager des Deutschen
Jugendbundes Chile», en Westküsten-Beobachter, 4. Jg., nr. 125, 27 de
febrero de 1936, p. 91.
41. «Kolonie-und Familiennachrichten. 30 jaehriges Stiftungsfest der
Deutschen Militärkameradschaft Osorno», en Westküsten-Beobachter, 4.
Jg., nr. 150, 20 de agosto de 1936.
42. General Hans von Kiesling: «Der deutsche Einfluss in chilenischen
Heer», en Deutsche Zeitung für Chile, nr. 7580, del 24 de agosto de
1936, p. 13.
43. El expediente judicial «Causa rol nr. 2308-38 contra Humberto
Arriagada y otros por homicidio. Asunto del Seguro Obrero» que el
segundo juzgado militar de Santiago solicitó desarchivar por
providencia nr. 805 del 4 de agosto de 1968, ha sido solicitado en
repetidas ocasiones por el Archivo Nacional para obtener su devolución
correspondiente. Sin éxito.
44. Francisco Javier Díaz, Divisions general a. D.: «Das deutsche
Militärsystem in Chile», en Westküsten-Beobachter, 5. Jg., nr. 177, 25
de febrero de 1937. Llama la atención que durante 1937-1939, en pleno
gobierno del Frente Popular, no sólo se mantienen regularmente los
encuentros de la Deutsche Militärverein, sino que aumenta la
participación en ellos de oficiales chilenos en servicio activo,
particularmente del Ejército y Carabineros. Véase:
Westküsten-Beobachter, nr. 196 (8 de julio de 1937), nr. 202 (19 de
agosto de 1937), nr. 209 (del 7 de octubre de 1937) y nr. 257 (8 de
septiembre de 1938), nr. 301 (13 de julio de 1939).
45. «Renato Valdés», en Deutsche Zeitung für Chile, nr. 8491, 8 de
septiembre de 1939, p. 8. Sobre Renato Valdés, véase también Deutsche
Zeitung für Chile, nr. 8504, del 27 de septiembre de 1939.
46. Marcha militar en honor de las tropas que marcharon sobre Perú y
Bolivia en la Guerra del Pacífico de 1879.
47. «N.S. Reichskriegerbund Landeskriegerverband Chile. Deutsche
Kriegerkameradschaft Santiago», en: Westküsten-Beobachter, 7. Jg., nr.
301, 13 de julio de 1939, pp. 56-58.
48. Deutsche Zeitung für Chile: «Valparaíso. Vortrag des Generals von
Kiesling (8 de abril de 1941).
49. «He servido al Ejército 17 años, como profesor en todos los
institutos militares, como asesor técnico del Ministerio de Defensa
Nacional y del Estado Mayor General [...]. Muchos oficiales en puestos
destacados han sido mis alumnos. Nunca pensé que yo, que he puesto a
disposición de la nación chilena una gran parte de mi vida, de mi
saber y de mis experiencias en la guerra y en la paz, me iba a ver
expuesto en este país a los ataques de la prensa y a los atentados
físicos por la espalda. Es lamentable comprobar que no es así»,
general Von Kiesling: «In eigener Sache», en Deutsche Zeitung für
Chile, nr. 9067, del 14 de agosto de 1941, p. 3.
50. «Der deutsche Nationalfeiertag in Chile», en Deutsche Zeitung für
Chile, nr. 9285, del 7 de mayo de 1942, p. 2.
51. Deutsche Zeitung für Chile, «Nachklänge des Vortrags des Herrn
Herrera Lira», nr. 9322, p. 3.
52. «Auflösung der A. Ch. A. A.», en Condor, 5., Jg., nr. 19, del 4
de marzo de 1943.
--------------------------------------------------------------------------------
(4). El espionaje militar alemán y el Registro de las personalidades
importantes de la vida militar y política de Chile (1941-1944). (La
«lista negra» alemana de oficiales chilenos pro-Aliados)
En el Archivo Militar Alemán se conserva un registro, muy
probablemente elaborado por el servicio de espionaje militar (Abwehr),
con datos políticos de las personalidades de ciudadanos chilenos
preeminentes en la vida militar y política del país.53 Contiene 138
fichas y de ellas, 51 corresponden a oficiales en servicio activo del
ejército, la marina y la aviación. No se registra ningún oficial del
Cuerpo de Carabineros ni de la policía política. El resto corresponde
a políticos civiles pero, si bien constituyen la mayoría, la mayor
parte de las fichas con comentarios más diferenciados corresponden a
miembros de las fuerzas armadas. Todas las fichas se refieren a las
actividades profesionales de los registrados, ninguna alude a datos
íntimos o personales. La lista parece haberse ido completando con el
transcurso del tiempo, probablemente a partir de 1941.
El registro constituye un instrumento de consulta en tanto que
contiene el nombre (no siempre con el orden correcto de los
apellidos), la o las direcciones postales o de residencia, los
contactos telefónicos, en algunos casos las actividades secundarias.
Por cierto, en el caso de los políticos, tendencias partidistas y
funciones. Vínculos a la masonería, al partido comunista o el «origen
judío» son cuidadosamente registrados. La lista suministra, en
general, una buena visión de la clase política chilena dirigente. Los
militantes de partidos o agrupaciones de extrema derecha (los
«nacistas» y otros) y de izquierda no integrada en los gobiernos (el
partido comunista) no han sido registrados. Tampoco miembros del poder
judicial o la Iglesia. Un sector reducido pero muy importante lo
constituyen aquellos casos de altos oficiales del ejército que son
despectivamente caracterizados por un Manifiesto de Oficiales Chilenos
cuyos comentarios van integrados en cada una de las fichas
respectivas. No me ha sido hasta ahora posible ubicar este manifiesto
ni el nombre de sus autores, pero por el carácter de sus comentarios
da testimonio de la existencia de un sector deliberadamente pronazi
organizado en el seno del ejército. Es importante, además, constatar
que ese registro fue hecho llegar al Abwehr del Reich y que éste lo
utilizó para orientar sus actividades. Debido a que el registro sólo
contiene datos relativos a oficiales antialemanes, el conjunto debía
tener una función orientadora, en sentido defensivo, como una «lista
negra» de los oficiales antinazis.
Oficiales del ejército, la marina y aviación registrados:
1. Allard Pinto, Julio.
Vicealmirante.
Ministro del Interior del gobierno Ríos iniciado el 7 de junio de
1943.
Hasta entonces Comandante en Jefe y Director de la Marina de Chile.
Reemplazó como ministro a Raúl Morales.
Es claramente pro Aliados.
El 24 de junio de 1941 volvió de un viaje a EE.UU. (ver Registro de
Agregados Militares de Chile (RAMC) 7/41).
2. Arriagada Herrera, Froilán.
General de Brigada.
Ministro de Economía y Comercio.
Consultar Memorial del Ejército de Chile.
Nov/Dic 1942.
Reemplazado por Jaramillo (ver 7.2.43 Chi).
3. Benedetti Miranda, Humberto.
General de Brigada, Estado Mayor General (2º Jefe).
«Es un pobre hombre que mejor hubiese sido monje y del cual no se
puede esperar absolutamente nada. No merece siquiera un comentario.
Basta con recordar que sus subalternos lo apodan "la pequeña Agnès".»
(Extractos de un Manifiesto de Oficiales Chilenos).
4. Blandot Reissig, Enrique.
Coronel.
En diciembre de 1940, junto al general Escudero Otarola, representante
de Chile en el Encuentro de las Misiones Militares Latinoamericanas en
EE.UU. (ver RAMC Nr. 12/41, del 9 de agosto de 1941).
(cartilla provisional).
5. Carrasco, Arnaldo.
General.
Ministro de Defensa en el gobierno recién formado (7 de octubre de
1944).
Sin datos.
6. Capitán de Corbeta Cubillos.
Acompañó al Comandante en Jefe de la Marina, Allard, a EE.UU. Volvió
con él. Fecha de llegada, 24 de junio de 1941. Ver RAMC 7/41, del 31
de julio de 1941.
7. Daroche, Emilio.
Vicealmirante.
Nombrado jefe de la Misión Naval en EE.UU. (ver: EFE).
En Washington (W.Post del 22 de marzo de 1944).
8. Escudero Otarola, Jorge.
General de División. Jefe del Estado Mayor del Consejo de Defensa
Nacional (ver Memorial del Ejército Nov./Dic. 1942).
«Hermano del General Óscar Escudero Otarola. Lo adornan las mismas
características que al otro y es tan inservible como él. Pero más vago
aún. Ni siquiera se ha esforzado en hacer dinero. Fue famoso como
Teniente del Regimiento Buin. Pero se levantaba a las 11. Esperaba a
su compañía a la vuelta de la esquina y se solía ensuciar él mismo las
botas para decir que estaba «de servicio». En realidad nunca ha hecho
nada por el Ejército. Estuvo 2 años en el Estado Mayor en el rol del
"hombre invisible". Corrompe la moral de sus subordinados con su
flojera. No estará dispuesto a hacer nada. Nació cansado.» (Extractos
de un Manifiesto de Oficiales Chilenos, p. 38).
9. Escudero Otarola, Óscar.
General.
Jefe del Estado Mayor de Chile.
El 28 de agosto de 1940: General en Jefe del Ejército (ver RAMC 28 de
agosto de 1940).
El 12 de diciembre de 1941 impartió una orden secreta prohibiendo toda
muestra de simpatía a favor de los países en guerra con EE.UU. (ver
RAMC, Abt. nr. 1797/42, del 10 de abril de 1942).
Completamente a favor de los Estados Unidos. Visitas a Brasil y de
vuelta se detiene en Paraguay (RAMC, Santiago, nr. 638, del 9 de junio
de 1942).
Visita al Ministro de Relaciones Exteriores Aranha (Tel. Bu. Aires,
nr. 2309, del 7 de julio de 1942). Rumores (sin fundamento) de que va
a ser depuesto (1942). Informaciones no confirmadas: viene misión
militar estadounidense a Santiago invitada por O. Escudero (12 mayo
1943).
Ministro de Defensa. Sin vínculos a partidos, simultáneamente General
en Jefe (véase Wehr-Rundschau nr. 9/1943/Interavia
872-74/Borsig/Rheinmetall, Oktoberheft 1943).
Otros caracteres: ver Archivador.
10. Espinosa, Arturo.
Comandante General.
Miembro del Consejo Panamericano de Defensa (RAMC, 832/23,3. 42/Att.
Abtlg. 1756).
Se queda en EE.UU.
Rige como el mejor candidato para el cargo de General en Jefe del
Ejército (1942).
General en Jefe del Ejército (1943).
Le fue otorgada la «Legion of Merit» en el grado de Comandante. Se la
entregó el general Marshall en Washington (GEs 294485, 28 julio 1943).
11. Fuentes Pantoja, Óscar.
General.
Jefe de la Misión Militar chilena en EE.UU.
«(Alias "Príncipe Cirilo", heredero del trono). Ha hecho carrera
gracias a su orgullo. Ha tomado parte en todos los planes
conspirativos revolucionarios de los últimos tiempos. En este momento
goza de los frutos obtenidos como Comandante de la División de
Confianza y Presidente del Hipódromo Chile, con 10.000 pesos
mensuales. Miembro de comités de exportación, con 5.000 pesos
mensuales. Utilidades compra de Peldehue, etc., etc. Su otra cualidad
es su grosera ignorancia. Provoca odio en los hombres de esfuerzo. Es
posible que sea el próximo General en Jefe. Sería nuestra mayor
desgracia si consigue su propósito.» (Extractos de un Manifiesto de
Oficiales Chilenos.)
12. Gerken, Juan
Almirante.
Reemplazó al Almirante Julio Allard como Comandante en Jefe de la
Marina chilena (ver: Wehr-Rundschau nr. 9 1943/Interavia 872/3/Borsig
Rheinmetall.
13. Gómez, Eduardo.
Coronel.
Otoño 1938/1940 como Teniente Coronel en Alemania (Academia de
Guerra).
Nuevo Subsecretario del Ejército (RAMC, Santiago, 6 de septiembre de
1940).
General y General en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile. Visita a
Washington (OFI: 23 de marzo de 1942).
14. González H., Enrique.
Teniente Coronel (Artillería).
Agregado Militar en Alemania.
Con el nombramiento del coronel Valencia devino Ayudante del Agregado
Militar.
Es amigo de Alemania, pero no fiable. No es apreciado ni por el
Presidente ni muchos menos por el Ministro Barros Jarpa, pero es
temido. (Telegrama secreto Santiago nr. 1079, 5 de septiembre de
1942.)
15. González Nolle, Raúl T.
Comandante de Escuadrilla.
Jefe de la Misión de la Fuerza Aérea en EE.UU.
16. Hoffmann, Alfredo.
Contraalmirante.
Nombrado Comandante en Jefe de la Escuadra (17 de marzo de 1944).
17. Holger, Imanuel.
Comandante.
Delegado en la Conferencia Interamericana de Defensa (Noviembre de
1943).
Agregado Naval en la Embajada de Chile en Washington (Noviembre de
1943).
Relevado del cargo (Fuente W. Post, 7 de marzo de 1944).
18. Larraín Gundian, Roberto.
General de Brigada. Carrera exitosa.
Nombrado General del Estado Mayor del Ejército.
Fue director de la Academia de Guerra (Octubre de 1942).
19. Lira, Waldo.
General (Consultar Embajada) 1940.
20. López Larraín, Guillermo.
Teniente Coronel.
Agregado Militar de Chile en Washington.
Delegado en la Conferencia Interamericana de Defensa.
Relevado del cargo en Washington. Recibió del general Clayton «Legion
of Merit» por extraordinario trabajo con EE.UU., más allá de sus
deberes directos y por sus contactos con otros oficiales extranjeros.
Es yerno de Teodoro Ruiz Díez, Agregado Aéreo de la Embajada en
Washington.
21. López Larraín, Marcos.
Comandante.
Ayudante del general Fuentes, el jefe de la Misión Militar chilena en
Washington.
22. Maldonado, Julio.
Comodoro.
Director de la Escuela de Aviación en Santiago.
Su padre fue, durante 15 años, profesor de Castellano en la Deutsche
Schule de Valdivia.
En 1938, debido a las grandes compras de aviones por parte del
gobierno chileno, Agregado de la Embajada de Chile en Berlín.
Fue distinguido con la Orden del Águila Alemana (1940).
23. Merino, Vicente.
Vicealmirante.
Jefe de la Misión Naval en EE.UU. (1943).
Vuelve a Chile (1943).
Comandante de la Marina de Guerra.
24. Meza, Flavio.
Coronel.
Probablemente futuro jefe de los Médicos Militares del Ejército.
Viajes con Mayor Ramón Vicuña, médico jefe del Ejército, a EE.UU.,
hospital Militar de Bethesda (21 de diciembre de 1942).
25. Montecinos, R.
Coronel.
Inspector del tránsito aéreo.
Invitado 2 meses a EE.UU. (RAMC, 7/41, 31 de julio de 1941).
26. Espinosa Mújica, Arturo.
Comandante General.
Jefe de la Misión Militar chilena en EE.UU. (1942).
Jefe de la Delegación chilena en el Consejo Internacional de Defensa
(1942).
Delegado en la Conferencia Interamericana de Defensa (1943).
«Es el mejor representante y ejemplo de los improvisadores
profesionales. No tiene más preocupaciones que su ropa (pijamas), se
preocupa sólo del aspecto exterior de sus oficiales. Le gusta
pavonearse en Estados Unidos, pero sólo desprestigia al Ejército. Es
un estúpido.» (Extractos de un Manifiesto de Oficiales Chilenos).
27. Ojeda, Walton.
Coronel.
Director de la Escuela de Caballería/Chile.
28. Ortega, Fernando.
Comandante de Escuadrilla.
Miembro de la Misión Aérea en Washington (1944).
29. Ruiz Díez, Teodoro.
Comandante de Escuadrilla.
Jefe de la «Escuadrilla Aérea».
Delegado en la Conferencia Interamericana de Defensa (1944).
30. Tovarías Arroyo, Manuel.
Coronel.
Agregado Militar y Aéreo en la Embajada de Chile en Berlín. A mediados
de julio de 1942 hizo un viaje a Suecia.
31. Valencia, Osvaldo.
Coronel (Artillería).
Agregado Militar en Italia (1941/42).
Agregado Militar en Berlín.
Oficial del Estado Mayor.
Habla algo de alemán. Asegura verbalmente ser amigo de Alemania.
Personalidad difícil de conocer. Se dice que es accesible cuando se
complace su vanidad.
(Ver Archivador).
32. De la Vega, Urculin.
«Un monumento a la incapacidad militar. Como capitán del Regimiento
Yungay era incapaz de manejar su caballo. Ha confesado querer llegar
sólo a Comandante y jubilarse. Debería haber cesado hace mucho en sus
funciones. En un ejército con tantos diletantes como el nuestro
llegaría a ser General de División.» (Extractos de un Manifiesto de
Oficiales Chilenos).
33. Vicuña, Ramón.
Comandante.
Médico Jefe del Cuartel General del Ejército.
Viaje de dos días a EE.UU. (Hospital Militar de la Marina de Bethesda)
junto al Coronel Flavio Meza, un futuro Médico-General del Ejército.
Donó su sangre para las Fuerzas Armadas estadounidenses (G.Rs. 400939,
del 21 de diciembre de 1943).
La composición de este registro revela la existencia de
contradicciones importantes en el seno de las fuerzas armadas. Si se
compara esta «lista negra» alemana de los oficiales chilenos que
actúan de acuerdo con las instrucciones del gobierno chileno (y a
partir de 1940 junto a los países americanos) con los numerosos
oficiales pronazis más arriba aludidos y sus actividades agresivamente
desembozadas y en coordinación con las organizaciones nazifascistas
más relevantes, se llega a la conclusión de que, a partir de 1939, las
Fuerzas Armadas chilenas, en particular el ejército, fueron un lugar
de encuentro inestable de opciones excluyentes.
Notas
53. Bundesarchiv Militärarchiv, RH 2/1861, en Findbücher BA (Loos) RH
2, Teil 2.
--------------------------------------------------------------------------------
(5). El gobierno, el Ejército de Chile y la compra secreta de armas
alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. El soborno al ministro
Alfredo Duhalde
La negativa del gobierno de Chile a colaborar con los Estados Unidos
para instituir un sistema continental efectivo de contraespionaje en
1940 tenía al menos un elemento de trasfondo importante. Por
recomendación del ejército y por el cálculo político de mantener las
distancias con los Estados Unidos, Chile había continuado, a partir
del ascenso nazi al poder, un activo y vasto comercio de adquisición
de armas alemanas. Ya se aludió a importantes adquisiciones de aviones
para la fuerza aérea en 1937. A partir de una serie de documentos
conservados en diferentes archivos alemanes se pueden reconstruir
algunas operaciones de compra de armas alemanas ya en 1938 y que, al
menos en forma de proyectos, muestran al gobierno de Chile altamente
interesado en consolidar las relaciones con la Alemania nazi en este
contexto importantísimo. Ello es tanto más relevante por cuanto que en
estas operaciones el ejército asumía el rol de aval técnico y
político-militar de la empresa, y ello con consecuencias decisivas
tanto para su propia identidad política como para la reafirmación de
sus relaciones con una Wehrmacht integrada plenamente al Estado nazi.
Las exigencias del general Francisco Javier Díaz de «readaptar» el
Ejército de Chile a la «nueva» Wehrmacht no eran del todo extrañas a
la actividad del gobierno chileno representado en los años 40 por su
ministro de Defensa. El asunto, por otra parte, va a adquirir
contornos más definidos y graves cuando el gobierno chileno y el
ejército lleguen incluso a mostrar un gran interés en adquirir fuertes
cantidades de armas (aviones, por ejemplo) capturadas al Ejército de
Polonia en el transcurso de la criminal invasión nazi de ese país
(1939).
La serie se inicia con un documento conservado en el archivo de la
empresa Krupp, en que se informa de «la visita de una comisión chilena
dirigida por el general Contreras, quien también se dirigió a los
campos de ejercicio de tiro en Meppen. La visita fue guiada por la AGK
(Comisión de Exportación de Armas de Guerra)».54
El 4 de mayo de 1940, las actas informan de una consulta reservada de
la embajada chilena en Berlín (Tobías Barros) al Ministerio de Asuntos
Exteriores del Reich de cara a la posibilidad de comprar piezas de
artillería alemanas.55 El 27 de mayo, la embajada alemana en Santiago
comunica al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reich que en Chile se
tiene interés preferente por las armas fabricadas por las firmas
Krupp, Flak y otras (telegrama secreto cifrado).56 El 3 de junio de
1939, la firma Rheinmetall Flak (Artillería antiaérea) recibe la
autorización de vender aviones a Chile, según un comunicado secreto y
cifrado de la Dirección de Aeronáutica y la Fuerza Aérea del Reich al
AA. La información es inmediatamente comunicada a la embajada en
Santiago.57 El 20 de junio comunica la embajada en Santiago al AA «que
el general en jefe, Fuentes, declina la invitación a visitar Alemania»
en el contexto de la compra de armas: «Probablemente motivos
políticos. Rumores de golpe militar. Pese al cambio generacional
simpatías por Alemania en el ejército.»58 Como alternativa, la
embajada propone al ministerio (Pochhammer) invitar entonces a
Alemania al jefe de la Comisión de Compra de Armas, Guillermo Marín
Carmona, porque él se ha pronunciado en favor del armamento alemán.59
El AA da entonces la orden a la Comisión de Exportación de Armas de
Guerra (AGK) para cursar la invitación a Marín Carmona,60 quien
finalmente la recibe el 28 de agosto de 1939.61
A partir de finales de junio de 1940 se comienza a visualizar la
posibilidad de que Chile compre parte de las armas conquistadas como
botín de guerra en la invasión de Polonia. En telegrama secreto, la
embajada comunica al AA: «Varias personas cercanas al gobierno me
sugieren hacer nuevamente proposición armas botín de guerra
(¡aviones!) de la expedición a Polonia y anteriormente rechazada.
Personas de confianza aseguran que es posible lograr cambio radical en
actitud inamistosa, supuesto que la oferta se haga aquí y no ante la
embajada en Berlín, oportunamente, antes de la Conferencia de La
Habana. Se piensa en contrapeso político contra creciente tutela
norteamericana...»62 El 1 de julio de 1940, el Ministerio de Economía
del Reich solicita «al Alto Mando de la Wehrmacht, la autorización
para la venta de armas de botín de guerra a Chile (al menos después de
terminada la guerra) en la mayor cantidad posible. Estaríamos
agradecidos por una comunicación telefónica lo más pronto posible. Se
prevé un amplio crédito ad hoc para Chile. El gobierno chileno planteó
eso a su tiempo».63 El Mando Supremo de la Wehrmacht autoriza entonces
la venta «una vez terminada la guerra [...], pero sin poder precisar
ahora el tipo de armamento y la fecha de entrega. Mi acuerdo se
fundamenta en la convicción de que su solicitud responde a urgentes
medidas de política exterior».64 La urgencia general queda de
manifiesto por el hecho de que el Ministerio de Defensa chileno, ya
dos días después, entrega al embajador Von Schoen «la lista del
gobierno chileno relativa a material de armamento y armas de
artillería de todo tipo incluidas ametralladoras, lanzaminas y cañones
de artillería de aproximadamente 5 centímetros. Los últimos con
munición para tanques y explosivos. Cañones de tiro vertical y
horizontal de 7 a 15 cms, incluida artillería de montaña 10,5 cm. Todo
con accesorios y munición. Tanques y carros de combate de hasta 12
toneladas. Vehículos para el transporte de tropas, vehículos de
remolque, vehículos para sanidad, etc. Instrumentos para puentes,
teléfono y telégrafo, radio e instrumentos ópticos. Máscaras de gas y
cascos de acero. Se solicita comunicar tipo de armas, cantidades
suministrables, precios incluidos accesorios y munición para toda la
artillería, departamento antiaéreo y compañías de tanques e
infantería. No se hace mención concreta de condiciones de pago, pero
chilenos piensan en pago del 50% al contado y resto acuerdos de
compensación. Ministro de Defensa alude a ofertas favorables de
EE.UU., pero él tiene poca confianza en material norteamericano,
opinión compartida por militares chilenos. [...] Operación rápida,
prescinde de viaje delegación. Él confía en su amigo el embajador
Barros y en que nosotros vendemos material de la mejor clase. El
transporte deberá realizarse en barcos españoles, partiendo de puertos
de España. Expuse al ministro Duhalde deficiencias de la política de
este gobierno y la esperanza de que el suministro de armas inicie una
nueva era. Creo que será así. Secreto: por cierto, Duhalde y sus
amigos quieren obtener ganancias personales en esto. El ministro
aseguró que el presidente, el ministro de Hacienda y la
correspondiente comisión del Senado, incluido el senador Bravour,
fanático antialemán, están de acuerdo. Schoen».65 En una febril
carrera contra el tiempo y sin más argumentos para eludir las
proposiciones estadounidenses, ligadas también a condiciones
políticas, pero más ventajosas, el gobierno, particularmente el
ministro Duhalde, presionan una rápida gestión alemana. En telegramas
enviados por el embajador Von Schoen al Ministerio de AA se deja
constancia de la premura chilena.66 En 1941 se intentará llevar a cabo
el negocio a través de España. «El nuevo embajador me expuso ayer el
plan de surtir a España con salitre chileno a cambio de la entrega de
armas alemanas, que Chile necesita con urgencia.»67
El 5 de junio de 1941 envía la Embajada de Alemania un oficio al
Auswärtige Amt, comunicándole que «según fuentes de confianza se
encuentran muy avanzadas las negociaciones sobre grandes compras de
armamento de Chile a EE.UU., bajo presión política y económica. Son
apoyadas por algunos círculos y por oficiales invitados a los Estados
Unidos. En el ejército y la fuerza aérea existe una fuerte resistencia
contra este proyecto [...]. Las gestiones iniciadas el año anterior no
van a progresar sin nuestra iniciativa. Propongo: pese a la guerra,
invitar de inmediato a un general del ejército y la fuerza aérea con
asistentes para enseñarles las armas y visitar las fábricas...
Schoen/Wolf».68
Pero el 30 de junio, el barón Von Schoen debe comunicar al AA el
fracaso definitivo del proyecto. El alejamiento del ministro Duhalde,
ya en octubre de 1940, habría paralizado las gestiones. «Propuesta:
mantener abierto el camino futuro, sobre todo para fortalecer cuanto
sea posible la corriente opositora en el ejército chileno.»69
Notas
54. Histor. Archiv Friedrich Krupp Gmb H, W A 48/67: Informe del 3 al
5 de noviembre de 1938.
55. Zentrales Staatsarchiv, AA 68434 (Film; Abt. W., Akten betr.:
Handel mit Kriegsgerät, Chile Bd., 2, geheim, BI 3-4, Chile Botschaft
AA, vertraulich), 4 de mayo de 1939.
56. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), BI 9-10 (27
de mayo de 1939).
57. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), BI 12-13 y
BI 14 (3 de junio y 9 de junio de 1939 respectivamente).
58. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), embajada al
AA, BI 23-25 (20 de junio de 1939).
59. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), BI 21 (24
de junio de 1939).
60. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), BI 19 y BI
26 (27 de junio y 10 de agosto de 1939 respectivamente).
61. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda. (secreto, cifrado), BI 27 (29
de agosto de 1939).
62. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda., telegrama secreto del 28 de
junio de 1940. Otra versión del documento agrega: «Se dará el paso,
incluso si después se hiciera imposible, sólo bajo la garantía de la
buena conducta política» de Chile (Bundesarchiv Potsdam, Film 37157 C,
AA Pol. Händel mit Kriegsgerät Chile [28 de junio de 1940]).
63. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda., BI 32 (1 de julio de 1940).
64. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda., BI 33 (9 de julio de 1940).
65. Zentrales Staatsarchiv, AA, ebda., BI 34-35 (11 de julio de
1940). Una lista casi plenamente coincidente entrega el Ministerio de
Defensa al embajador Von Schoen el 24 de septiembre de 1940
(Bundesarchiv Potsdam, Film 3715FC, Ha. Pol. Händel mit Kriegsgerät
Chile).
66. Bundesarchiv Potsdam, ebda., telegramas del 31 de julio, 28 de
agosto y 24 de septiembre.
67. El Ministerio de Economía del Reich rechaza la propuesta: «Sería
necesario un envío de al menos 120.000 toneladas de salitre. » Algo
impensable en estado de guerra (Zentrales Staatsarchiv, ebda.
(secreto), BI 90, del 30 de junio de 1941.
68. Zentrales Staatsarchiv, ebda., BI86 (5 de junio de 1941).
69. Zentrales Staatsarchiv, ebda., BI 90 (30 de junio de 1941).
--------------------------------------------------------------------------------
(6). Los enigmas del buque-escuela obsequiado por la Alemania nazi a
la Marina de Chile
El 24 de mayo de 1941, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile
enviaba al embajador de Alemania la siguiente misiva: «Tengo la honra
de acusar recibo de la nota de Vuestra Excelencia de fecha 23 del
presente mes, por la cual he tenido a bien en poner en conocimiento de
este ministerio que el gobierno del Reich alemán acordó ofrecer en
donación al nuestro el velero Priwall, que se encuentra desde
comienzos de la guerra en el puerto de Valparaíso [...] Ruego a
Vuestra Excelencia expresar al gobierno del Reich los sinceros
agradecimientos del gobierno de Chile por esta donación, que acepta
con viva simpatía.»70
El Priwall había sido construido en los astilleros Blohm und Voss de
Hamburgo y fue terminado en 1920. Era un barco de grandes dimensiones,
de 6.668 toneladas.71 La armada chilena había dejado fuera de servicio
en 1936 su buque-escuela, la corbeta General Baquedano. El gobierno
transfirió entonces el Priwall a la armada y en ella recibió el nombre
Lautaro, destinándola a la instrucción práctica de guardiamarinas y
grumetes, pero a la vez al transporte de salitre al extranjero para
compensar la carencia de barcos de carga. Se la envió a San Francisco
para la readaptación necesaria como buque-escuela e hizo cuatro viajes
a México y Estados Unidos.
La nave fue obsequiada a Chile después de haber estado anclada en
Valparaíso durante dos años. En el Archivo Militar Alemán se ha
conservado el acta correspondiente, con los datos del Priwall y el
procedimiento de su entrega. «De acuerdo a la disposición A VI 6525/41
entregada como obsequio al gobierno de Chile. La compañía de armamento
debe considerarla como pérdida total (Totalverlust).»72 La recepción
del barco no fue, sin embargo, un acontecimiento que permaneciera en
el contexto de los neutrales intercambios diplomáticos. Desde luego,
la estancia del Priwall en el puerto de Valparaíso, no sólo le
significaba costos al gobierno alemán, sino que esta estancia no tenía
en 1941 perspectivas de terminar pronto. En otros numerosos casos,
siendo las empresas navieras del Reich conscientes de que sus barcos
anclados en Sudamérica desde 1939, desde el inicio de la guerra, no
podían siquiera intentar el retorno a Alemania, éstos eran dinamitados
y hundidos por iniciativa propia. En el caso del Priwall se unía esa
perspectiva a otros factores. Sobre todo la iniciativa de Uruguay para
«organizar entre los países de nuestro continente una especie de
"frente común" para la requisación de los barcos mercantes
inmovilizados, por causa de la guerra, en puertos americanos» y que
Chile estudiaba benévolamente, pese a reservas de principio, dada su
neutralidad, en la tendencia a coordinar su acción con los Estados
Unidos.73 Pero también contaba la posibilidad de que, ante esta
situación incierta, y en la perspectiva general de consolidar las
posiciones de la Wehrmacht en las fuerzas armadas chilenas, era
preferible dar un salto hacia adelante y hacer un obsequio
espectacular. Más allá de estas y otras posibilidades objetivas, el
obsequio alemán sirvió para intentar activar la presencia política
nazi en la opinión pública chilena. Un semanario al que se aludirá
infra, La Semana Internacional, de abierta inclinación militarista y
fascista, y con un significativo círculo de lectores, aprovechó la
donación para escribir un artículo sorprendente: «El Priwall es ahora
chileno»: «El 6 de junio la cubierta del más grande velero del mundo
fue escenario de una ceremonia trascendental. El barco escuela alemán
de cien velas aguerridas pasaba a ser chileno. El gobierno del Tercer
Reich había dispuesto su donación a Chile, a título gratuito, como
prueba efectiva de amistad entre ambos pueblos [...] Diseñado para
pasear su gallarda silueta a través de los mares, para pasear por
todos los confines del mundo la esvástica del nuevo orden, que ha
cedido su lugar en lo más alto del palo mayor a la bandera de la
estrella solitaria, gloriosa en los campos de batalla [...] El gesto
de Alemania tendrá que comprometer la gratitud de todo chileno bien
nacido. Lautaro: que llene ampliamente el cometido que la generosidad
del donante ha dejado traslucir y sirva cual nueva cuna a las pléyades
de hombres nuevos que surcarán los mares para honra y honor de
Chile.»74 Con estos comentarios se abría paso a otra de las muchas
leyendas que originó la Segunda Guerra Mundial. Según los comentarios
de la época a que alude el profesor Juan de Luigi, la entrega del
Priwall fue hecha «con la condición de que no fuera utilizada contra
Alemania».75 El transporte permanente de salitre chileno a los Estados
Unidos debió ser considerado como un acto enemistoso por la Alemania
nazi y por ello el transporte de materiales inflamables ofrecía una
excelente oportunidad para compensar el error cometido: «El Almirante
Von Rintelen, en sus memorias de la Gran Guerra, nos habla de los
"puros" o de las lapiceras estilográficas que eran arrojadas por los
saboteadores en las bodegas de los barcos que partían desde los
puertos de los Estados Unidos. Estos puros o estilográficas contenían
dos ácidos que, separados por un disco de cobre, lo corroían
lentamente y se encendían como la llama de un soplete cuando entraban
en contacto.»76 El 28 de febrero de 1945, el Lautaro realizaba su
quinto crucero cuando, frente a las costas peruanas, estalló un
incendio en sus bodegas llenas de salitre que produjo su destrucción
total, el hundimiento del buque y numerosos muertos. La tragedia se
transformó en un acontecimiento paradigmático y a él se dedicaron no
sólo solemnes homenajes en la época, con asistencia del presidente de
la República y todas las personalidades de la clase política, sino
también numerosos textos recordatorios.77 La palabra oficial quedó,
sin embargo, reservada a la Armada de Chile. Pero en su artículo
«Fragata Lautaro», Rodrigo Fuenzalida Bade no sólo entrega una muy
detallada descripción del accidente,78 sino que incluye un detalle muy
sugerente y que al Abwehr alemán de aquellos años debió causar una
gran indignación. Después de ser readaptada en San Francisco, en los
astilleros de la General Engineering and Dry Dock Company, y como
reacción al ataque contra Pearl Harbour y a la incorporación de los
Estados Unidos a la guerra, «la dotación entera se presentó voluntaria
para donar sangre a los bancos correspondientes, enviándose el
personal por grupos. Este gesto fue muy bien recibido por las
autoridades y público en general, impuesto por los periódicos,
especialmente tratándose de un buque neutral».79 En su número de marzo
y abril de 1945, la Revista de Marina dedicaba el número 525 a un
homenaje a Franklin D. Roosevelt, recientemente fallecido. Presentaba
«las condolencias de la Marina de Guerra de Chile al contraalmirante
Irving H. Mayfield, jefe de la Misión Naval Norteamericana en Chile, a
sus oficiales y tripulaciones, a todo el generoso pueblo
norteamericano [...] por la muerte del adalid máximo de la democracia,
el defensor de la libertad del mundo, el luchador infatigable contra
la tiranía sistematizada».80
Notas
70. Ministerio de Relaciones Exteriores, oficina de partes, oficios
dirigidos Ministerios Agricultura, Defensa Nacional, Educación Pública
(tomo VIII, 1941). Oficio 3466. M. Ruiz a barón Von Schoen, 24 de mayo
de 1941.
71. Eslora 98,9m, manga 14,33m, calado máximo 8,53 metros. Tenía un
desplazamiento a toda carga de 8.389 toneladas métricas. Superficie de
velas, oficiosa, más de 3.000 m2. Dos motores auxiliares diesel para
entrada y salida del puerto. A toda vela y con buen viento alcanzaba
14 nudos (Rodrigo Fuenzalida Bade: «Fragata Lautaro», en Vigía.
Revista de la Armada de Chile, nr. 21, febrero de 1987.
72. Bundesarchiv Militärarchiv. Acta Priwall 1941. El acta contiene,
sin embargo, una nota cuyo significado no me ha sido posible
reconstruir: «Comparar el procedimiento con OKM SKL. Adm. Qu VI v/ini.
7124, Secreto del 23 de agosto de 1944.» El dato podría ser relevante
para la interpretación del trágico destino final del Lautaro.
73. Ministerio de Relaciones Exteriores. Oficio confidencial 205/12
del 22 de abril de 1941, de la embajada de Chile en Río de Janeiro al
ministro.
74. «El Priwall es ahora chileno», en La Semana Internacional. Página
Militar, nr. 1008 del 21 de junio de 1941.
75. Juan de Luigi, «Prólogo» a Stewart, Valdés, Urrutia, García
Valenzuela, Donoso Núñez: La Segunda Guerra Mundial 1939-1945, op.
cit., p. 8.
76. J. de Luigi, op. cit., pp. 8-9.
77. «Nuestra portada. Fragata Lautaro», en Revista de Marina, vol.
101, nr. 760, Valparaíso, 1984, F. G.: «Incendio de la fragata
Lautaro», en El Mercurio de Valparaíso (Nuestro Mar), 24 de febrero de
1984; «La Fragata Lautaro», en El Mercurio de Valparaíso (Nuestro
Mar), 22 de febrero de 1985; «Fragata Lautaro», en Vigía. Revista de
la Armada de Chile, nr. 129, marzo de 1996.
78. «Para mejorar la ventilación de la cámara de oficiales, el
segundo comandante autorizó abrir un boquete en la parte de la
cachimba de ventilación que atravesaba el departamento y, al utilizar
el soplete, las esquirlas calientes cayeron por el interior
introduciéndose por el tubo superior de esa cachimba. Con el salitre
ensacado que había en ese recinto se produjo la combustión y ésta se
convirtió en incendio...», Rodrigo Fuenzalida Bade: «Fragata Lautaro»,
en Vigía. Revista de la Armada de Chile, nr. 21, febrero de 1987.
Rodrigo Bade no nombra la fuente de su información.
79. R. Fuenzalida Bade, ebda.
80. «Franklin D. Roosevelt», en Revista de Marina, año LIX,
Valparaíso, marzo y abril de 1945, nr. 525. En el mismo número se
publican «La gran tragedia», rindiendo homenaje a las 19 víctimas del
incendio, y «Los Funerales de las víctimas de la Lautaro», destacando
los esfuerzos fraternales interamericanos de peruanos, estadounidenses
y argentinos que participaron en el rescate.
--------------------------------------------------------------------------------
(7). El general W. Faupel, su Instituto Iberoamericano y los
agregados militares chilenos
La correspondencia de los agregados militares, navales y aéreos es sin
duda una fuente muy significativa para estudiar las relaciones entre
los estados en el ámbito de las fuerzas armadas, pero tal vez es más
significativa para examinar las relaciones internas de una sociedad
con sus instituciones militares y los criterios generales que orientan
su política respecto a la cuestión decisiva del poder que tiene el
monopolio de la coerción. Desgraciadamente, tanto la correspondencia
de los agregados militares chilenos con su ministerio y la de los
agregados alemanes con el suyo se han conservado sólo muy
parcialmente, al menos entre las actas hasta ahora disponibles. En un
caso, limitado pero a la vez muy significativo, es accesible gran
parte de la correspondencia entre los agregados militares destinados a
la Embajada de Chile en Berlín con el presidente del Instituto
Iberoamericano, el general Faupel. Esta correspondencia documenta
diversos aspectos y supuestos de la praxis diplomática militar
chilena, incluso cuando trata aspectos personales de la relación. Esto
es importante porque a veces resulta impresionante constatar actitudes
de dependencia y hasta de rebajamiento personal. En lo objetivo, sin
embargo, a ello corresponde una praxis de subordinación inaceptable en
un representante político ante un país extranjero. Así, por ejemplo,
en 1937, en una carta de W. Faupel al Dr. Panhorst, el general
reproduce la caracterización personal que el coronel Cruz Hurtado
(consulado de Stuttgart) le ha hecho llegar del sucesor del agregado
militar de Chile en Berlín, el comandante Carlos Fernández. «Cruz
informa: el sucesor de Fernández, el coronel de ingenieros Manuel
Campo (alto, joven, excelente amigo, útil, servicial y alegre). Su
esposa es de la tercera generación de los colonizadores alemanes del
Sur [...]. Muy buen amigo mío desde hace veinticinco años. Espero que
esa tan buena noticia ha de interesarle mucho.»81 Los documentos más
significativos abarcan la época entre 1938-1942. En octubre de 1938,
el general Faupel comunica a la embajada de Chile en Berlín la
aparición de un diccionario militar alemán-español y español-alemán
con un prólogo suyo. El proyecto, de suyo considerable, revela la gran
atención que el IAI concedía al trabajo de infiltración militar en
Chile y Latinoamérica. «El diccionario debe servir para la comprensión
de la literatura militar alemana y despertar el interés por ella.»
Ante todo «para desplazar la influencia francesa». Faupel envía dos
ejemplares y prospectos para que la obra sea dada a conocer en Chile.
La respuesta agradecida corre por cuenta del comandante de escuadrilla
Julio Maldonado, agregado a la embajada.82
El gobierno chileno solía acudir también al agregado militar para
asesorarse en proyectos deportivos. El presidente Arturo Alessandri
encomendó así al secretario general de la Presidencia, Nelson Bravo,
que se asesorara con el agregado militar en Berlín, comandante
Alejandro Herrera Ramírez, a fin de que aprovechara la experiencia
alemana en la construcción y habilitación de estadios deportivos. «A
pedido de S.E. tendré el agrado de hacerme cargo del Estadio Nacional,
cuya construcción está pronta a terminarse. Por la calidad de sus
instalaciones, por su capacidad y por el rol que desempeñará como
centro de las actividades deportivas y culturales del país, figurará
entre los principales del mundo...»83 Como un documento que sirve para
completar el cuadro de la mentalidad ideológica del personal militar
diplomático, es muy característica una carta enviada a Faupel por el
agregado naval chileno, Alberto Wiechmann, de la Legación de Chile en
Den Haag, solicitándole su ayuda: «Conversé con usted en Berlín sobre
mis deseos de que nuestro hijo Patrick ingresara en la Escuela Naval
de Kiel, en vista de su pasión por la marina [...] Deseo saber si hay
posibilidades que recibieran al niño en Kiel y en qué condiciones al
ser extranjero, pero nieto de alemán [...]. Es un ario integral.»84
Pero en la misma carta, Wiechmann entrega un ejemplo de las
modalidades usadas para la compra de armas y el vínculo con Faupel de
soldados chilenos: «Para la construcción del buque chileno que Ud.
sabe, siempre se desea la artillería de 8 y en mi viaje a Chile
aproveché para recomendar las instalaciones alemanas (corazas, etc.,
de Krupp y material eléctrico de AEG). De esta forma, la propuesta
germano-holandesa que organicé ha quedado reforzada. Ojalá que se
autorizara a Krupp para entregar la artillería de 8 que ahora no sería
imposible en vista de las nuevas circunstancias. El comandante en jefe
de la Escuadra, almirante Allard, es muy amigo mío y lo impuse de la
preciosa cooperación que Ud. me prestó en Berlín.»85 La
correspondencia del agregado militar Osvaldo Valencia con Faupel y
Gisela Pape también está ideológicamente determinada. En el mismo día,
la «Encargada de Chile» le hace llegar al coronel Valencia el libro La
Alemania de Hitler vista por un extranjero, de Cesare Santoro y otros
folletos, y Valencia se lo agradece efusivamente: «Me será nuevamente
posible estudiar a través de estos libros el espíritu del Gran Pueblo
Alemán y entenderlo mejor.»86 Tal vez es importante reproducir también
la carta de despedida a Faupel del teniente coronel Enrique González
H., aunque sea como ejemplo de un servilismo lamentable:
«Embajada de Chile
Enrique González H., Teniente Coronel Agregado Militar de la Embajada
de Chile en Berlín.
Mi respetado General,
razones que no han permitido hacer coincidir las horas disponibles
para hacer a Vuestra Excelencia una visita, sea debido a su intensa
como brillante labor o por causa de mi complicado viaje a Chile, me
han impedido despedirme personalmente como eran mis más sentidos
deseos.
Hoy sólo deseo manifestarle que donde quiera que yo vaya en Chile
difundiré mi impresión sobre los grandes beneficios que significan
para la colonia chilena en Berlín, y para nuestro país, su acción
generosa, noble y justa de iberoamericanismo.
Con particular afecto, me permito referirme a su noble esposa, cuya
inteligente y simpática cooperación que presta a Vuestra Excelencia
con jovialidad y entusiasmo, atrae a la juventud iberoamericana.
La mejor satisfacción que Vuestra Excelencia y su digna esposa pueden
tener es saber que su gran labor es reconocida por todos los hombres
"bien nacidos y de corazón bien puesto" [...]
Muy cordial y respetuosamente, quedo a las órdenes de Vuestra
Excelencia en Chile.
Enrique González H.
Teniente Coronel.
Agregado Militar a la Embajada de Chile.»87
Esta actitud y la correspondiente praxis del agregado militar González
se proyectaba, indirectamente, en el trabajo para la Cruz Roja Alemana
que su esposa quería asumir en América latina y, a saber, para ayudar
a cuidar y atender a los alemanes que hubiesen caído en prisión. El
asunto comienza en realidad con una primera carta de Gisela Pape a Su
Excelencia la Sra. Von Haxthausen, directora de la Cruz Roja del
Reich: «la señora Amanda Brieba de Lorca, fundadora y hoy directora
honoraria de la Cruz Roja chilena, tiene el deseo de ser miembro
honorario de la Cruz Roja Alemana». Ella había visitado ya el Reich y
«debido a que su hermano, el General Luis Brieba, es presidente del
Cómite Central de la Cruz Roja Chilena, saludaríamos agradecidos el
nombramiento de la señora Brieba de Lorca».88 En septiembre de 1941,
escribe Gisela Pape nuevamente a la directora Von Haxthausen, pero
esta vez para comunicarle que «la señora Clara de González, esposa del
agregado militar de la embajada de Chile, como representante de la
Cruz Roja Chilena, tiene gran interés en conocer la organización de la
Cruz Roja Alemana, después de que ella, ya durante al año anterior,
hiciera algunas visitas bajo la conducción de la señora Ilse Göring
[...] Ella retorna a Chile el próximo año».89 La relación y el asunto
hicieron progresos. El 20 de febrero de 1942, el Generalhauptführer
del Präsidium de la Cruz Roja alemana, Hartmann, hace llegar a Gisela
Pape «materiales de instrucción para el trabajo de cuidado de
prisioneros de guerra e internos civiles alemanes, tal como éste es
llevado a cabo en Sudamérica. Espero que estas sugerencias sirvan
también para que la señora González, después de su regreso, pueda
hacer sugerencias a la Cruz Roja Chilena y a grupos alemanes...».90
Pero, también desde el punto de vista militar profesional, se pueden
comprobar casos en que oficiales chilenos ponen en conocimiento y en
manos del general Faupel asuntos que concernían, o bien a sus
superiores (incluyendo por cierto el ministerio) o a la representación
diplomática. Faupel es convertido por su acción en un factor relevante
de la política chilena. Es así, por ejemplo, cómo en una carta de
1938, el agregado militar coronel Manuel Campo, al despedirse de
Faupel, lo convierte en promotor de las actividades de varios
«oficiales del Ejército enviados a diferentes unidades del Ejército
alemán, desde el 15 de noviembre». Campo pone en conocimiento de
Faupel que «hace más o menos mes y medio, de acuerdo con instrucciones
recibidas del comandante en jefe del Ejército, elevé una nota al Alto
Mando del Ejército, Attachée-Gruppe, solicitándole el ingreso en el
curso de la Academia de Guerra, que se inicia en septiembre del
presente año, para los tenientes coroneles señores Horacio Carmona y
Teófilo Gómez, y el comandante señor Benjamín Escobar y, a una Escuela
de Artillería, el teniente coronel Hernán Iturriaga [...]» y termina
rogándole que haga valer su influencia para que sean aceptados,
haciéndole saber la gratitud anticipada de su institución, que
«siempre ha recibido con mucho interés y cariño la tradicional
instrucción alemana». Es con esa formación que ellos, a su vez, «se
van a integrar como profesores en nuestra Academia de Guerra».91 Pero
el caso más grave es el de un proyecto de enviar al Reich oficiales
del Cuerpo de Carabineros a espaldas del ministro de Defensa y de las
otras autoridades reglamentarias. Se trata nada menos que de una
«operación» cuya iniciativa partió del jefe del Cuerpo de Carabineros,
el general Arriagada, en coordinación con el NSDAP (AO)-Chile. La
Dirección de la Organización para el Extranjero del NSDAP, la
Amtsleitung, le escribe a W. Faupel en mayo de 1935:
«El Landesgruppe Chile comunica: me visitó el capitán de Carabineros
Oelckers, en nombre del Jefe de Carabineros, general Arriagada. El
general Arriagada, que es muy proalemán, tiene gran interés en que
algunos de sus oficiales tengan la oportunidad de conocer detalles
sobre la organización de la policía alemana. En especial los medios
nuevos con que cuenta para apoyar su acción. La sección en cuestión
carece de dinero para enviar una delegación. Van a usar la oportunidad
que tendrían los dos o tres oficiales de venir a competir a la
Olimpiada para aprovechar el dinero. Se trataría entonces de una
"gestión extraoficial" y que fueran acogidos por la Dirección de
Policía y por la Wehrmacht durante unos tres o cuatro meses. Los
oficiales chilenos tienen grandes simpatías por el Ejército alemán,
pero también por la "política racial". Es importante para Alemania
asumir esta tarea. Participarían en esta comisión extraoficial un
comandante o coronel, un capitán y un teniente (Oelckers).»92
Esta acción coordinada por el general Arriagada, el general Faupel y
la jefatura del partido nazi en Chile, va a ser apoyada no sólo por la
Dirección del NSDAP (AO) del Reich, el 4 de julio, sino también por el
Präsidium de la policía, que los esperaba para 1936.93 Sobre el rol de
la policía alemana en la consolidación del régimen del terror, su
actividad represiva y criminal en todos los ámbitos del Reich,
particularmente en las provincias, no es necesario agregar aquí más
datos. Baste con señalar que fue puesta bajo el mando directo del
Reichsführer SS Himmler y que actuaba en conjunción con las SS en las
tareas de represión.94 La Gestapo (Policía Secreta del Estado) era
parte integrante de la Deutsche Polizei.
También en otros casos la intuición de W. Faupel sobre oficiales que
viajan al Reich es coordinada directamente entre él y el NSDAP (AO),
Dirección del Reich: «En el transatlántico Carnack llegan dos
oficiales de la fuerza aérea, Eduardo Jensen e Ignacio Román. Vienen
por sus propios medios a fin de estudiar "el vuelo a ciegas"
(Blindfliegen) y a la Olimpiada. Hay que avisar de inmediato a la
industria. Es muy importante porque ya se encuentra en Alemania el
teniente coronel Yáñez para comprar aviones.»95 Incluso, en otro
documento, se alude a contradicciones con los mandos respectivos: «Por
invitación del secretario de Estado de Aeronáutica han sido invitados
don Darío Mújica y el capitán de Brigada Abel Krefft. Venían de
Estados Unidos en el contexto de compra de aviones. El general en jefe
chileno se opuso a la visita porque ésta «crearía vínculos morales».96
Notas
81. GSTA, Rep. 218 B, nr. 65, Faupel a Panhorst (18 de abril de
1937).
82. GSTA, Rep. 218, nr. 229. Faupel a la embajada (26 de octubre de
1938), Maldonado a Faupel (4 de noviembre de 1938) El Dr. Panhorst
comunica al alférez comandante Decke de la Escuela de Caballería
(Dallgow-Söberitz) que, a la inversa, el ministerio ha creado diversas
instituciones docentes para los soldados que deban aprender español
(GSTA, Rep. 218 B, nr. 1, del 30 de noviembre de 1937). Este proyecto
estaba sin duda en relación con la legión Cóndor.
83. GSTA, Rep. 218, nr. 65. N. Bravo a A. Herrera (12 de julio de
1938). El antecedente era la construcción de las instalaciones
deportivas para los juegos olímpicos organizados y escenificados por
Alemania en 1936.
84. GSTA, Rep. 218, nr. 229, Wiechamn a Faupel, 24 de abril de 1939.
85. GSTA, Rep. 218, nr. 229, 24 de abril de 1939.
86. GSTA, Rep. 218, nr. 233, Pape a Valencia, 4 y 5 de mayo de 1941.
87. GSTA, Rep. 218, nr. 25, González a Faupel (3 de marzo de 1942).
La despedida que el coronel González hace llegar a Gisela Pape: «Para
todos nosotros el nombre de Gisela Pape perdurará eternamente en
nuestros corazones, pues representa toda la inteligencia, cultura,
modestia y sinceridad de la Gran Alemania» (GSTA, Rep. 218, nr. 25,
González a Pape, 1 de marzo de 1942).
88. GSTA, Rep. 218, nr. 24, Pape a Haxthausen (5 de mayo de 1941).
89. GSTA, Rep. 218, nr. 24, Pape a Haxthausen (30 de sepiembre de
1941).
90. GSTA, Rep. 218, nr. 25, Hartmann a Pape (20 de febreo de 1942).
En su respuesta a Hartmann, G. Pape agradece también en nombre de la
Sra. González. Sugiere, además, que se la nombre miembro honorario de
la Cruz Roja Alemana (ebda.).
91. GSTA, Rep. 218, nr. 226, Campo a Faupel (24 de marzo de 1938).
92. GSTA, Rep. 218, nr. 238, NSDAP (AO) a Faupel, 4 de junio de 1935.
93. GSTA, Rep. 218, nr. 239, NSDAP (AO) Leitung a Panhorst (3 de
julio de 1935), Panhorst a NSDAP (AO) Leitung (1 de julio de 1935).
94. Ver verbigracia: «Tag der Deutschen Polizei. Eröffnung durch
Reichsführer SS Himmler», en Völkischer Beobachter, 21 de enero de
1939.
95. GSTA, Rep. 218, nr. 239, NSDAP (AO) a Faupel (20 de marzo de
1936).
96. GSTA, Rep. 218, nr. 239, NSDAP (AO) a Faupel (25 de enero de
1936).
--------------------------------------------------------------------------------
(8). La revista Ejército-Marina-Aviación del general W. Faupel como
instrumento de infiltración. Un joven oficial suscriptor suyo: Augusto
Pinochet.
El general W. Faupel intentó, a través de su Instituto Iberoamericano,
influir políticamente en dos instituciones muy relevantes de la
sociedad chilena: el cuerpo médico y las fuerzas armadas, las dos que
habían recibido desde el siglo xix un importante aporte alemán, a
diferencia de las otras instituciones, con la única excepción de las
escuelas pedagógicas. La influencia masiva que desarrolló con los
médicos, dirigida y controlada desde su instituto y en contacto con
los centros universitarios, no era posible en la misma medida y forma
con los oficiales de las fuerzas armadas, pese a que Faupel era él
mismo un militar de prosapia. La estructura de las instituciones
armadas no lo permitía, en el caso de Chile, precisamente por la
sujeción «prusiana» al poder político. Es posible que vayan surgiendo
nuevas actas que ilustren más aún la relación entre Faupel y otros
oficiales aquí no aludidos, pero las disponibles ponen de manifiesto
el grado de radicalidad con que oficiales chilenos se identificaban
con el nazismo, aunque no tienen el nivel de representatividad
cuantitativa suficiente. Por todas estas razones, la estrategia de
infiltración va a realizarse a partir de una publicación que combinaba
lo científico-militar con lo político llevándolo a una síntesis tan
lograda como lo era la mutación de la Reischswehr prusiana en la
Wehrmacht nazi. Faupel creó, ya en 1933, la revista
Ejército-Marina-Aviación como una publicación mensual en castellano.
Editada por la casa editora G. Stalling (Oldenburgo/Berlín), iba a
existir ininterrumpidamente desde 1933 hasta 1944, once años por
tanto, con ediciones que deben haber alcanzado los 10.000 ejemplares
por número. La estrategia se cumple prolijamente porque en cada
artículo publicado la dirección mantiene un alto nivel
científico-militar. Es una revista militar en la cual todos sus
autores poseen ya un sólido prestigio profesional o son técnicos
eficientes y profesionales. Al mismo tiempo, es absolutamente ortodoxa
en el sentido nacionalsocialista y no incluye ningún aporte que
prescinda de la identificación nazifascista. Se constituye, por tanto,
en instrumento de una propaganda científico-militar nazi ya antes de
iniciada la guerra y en la época de consolidación de una «nueva»
Wehrmacht. Fue, en realidad, un medio de agitación durante todo el
transcurso de la guerra. Desde 1935, su propaganda antisemita es
feroz. Incluso con plena conciencia de los miles de soldados judíos
que lucharon por Alemania y Austria en la Gran Guerra, la revista
habla de «la cobardía innata a la raza hebrea» y ve en ellos la más
abrupta contradicción con el espíritu marcial.97
El financiamiento de la revista no tuvo ningún problema. En un aviso
especial y permanente se comunicaba: «Las casas industriales y de
exportación estarán perfectamente respresentadas en la revista
Ejército-Marina-Aviación y con ello podrán adquirir vastas
relaciones.» En efecto, entre sus anunciantes se encuentra toda la
elite de la industria de armas del Reich: Mauser-Werke, Messerschmidt,
Aviones Focke-Wulf, hidro-aviones Dornier, Henschel-Flugzeug-Werke,
Carl Walther, Rheinmetall/Borsig, Junkers-Flugzeug, Ernst Heinckel,
etc., es decir, toda la infraestructura industrial bélica que
fundamentaba una de las maquinarias de guerra más efectivas que
conocía la historia. Los artículos tienen permanentemente como temas:
técnicas militares, tipos de armamentos y de elementos de la
artillería (estudios sobre tipos y clases de proyectiles, tanques,
carros de combate), estrategias de combate (guerra de posiciones),
historia de campañas célebres, batallas y combates navales con
análisis de los tipos de barcos de guerra y aviones de guerra, datos
detallados sobre el desarrollo de las fuerzas armadas de otros países,
particularmente los Estados Unidos, la Unión Soviética y Japón. Estos
informes son constantemente actualizados. Un aspecto importante, y
siempre recurrente, es la alusión y estudio de los grandes estrategas
militares (alemanes sin excepción) y, a partir de 1939, una
descripción detallada de las grandes victorias alemanas del pasado y
el presente, en particular durante la Primera Guerra Mundial. También
la Guerra Civil Española y la participación de españoles durante la
Segunda Guerra Mundial son temas permanentes.
La revista trae en cada número cortas pero bien hechas recensiones de
los artículos publicados en otras revistas militares alemanas,
austríacas (hasta 1938) y suizas. Pese a ser una revista destinada a
la infiltración en las fuerzas armadas latinoamericanas, sólo en
ocasiones se encuentran artículos relacionados con el subcontinente,
dos de ellos dedicados a la Guerra del Chaco y escritos por el mismo
Faupel.98 En relación a Chile, aparece una recensión de los Estudios
Militares del general chileno en retiro Carlos Sáez99 y un artículo
sobre «El General Bulnes», entre cuyos mayores méritos estuvo
naturalmente el haber dictado las leyes que permitieron la emigración
alemana a Chile.100
El sólo hecho de magnificar a una institución que, como la Wehrmacht,
se había convertido en instrumento de una política criminal y de
entregar, además, la «técnica» y la «ciencia» que maximizaba su
eficacia, revela el carácter fundamental de esta revista destinada a
nazificar el militarismo de los soldados iberoamericanos. Pero, a modo
de ejemplo que haga directamente visible ese carácter, es importante
aludir en especial a un artículo (probablemente escrito por W. Faupel)
titulado «La guerra química». En él se hace un panegírico, incluso
moral, del gas como arma de combate. «El 22 de abril de 1915 se atacó
por primera vez a los Aliados con gas. Pero junto a los miles de
prisioneros cabe destacar que en la guerra murieron 534.000 hombres
por efectos del gas, los rusos, indefensos, en realidad tuvieron cerca
de 400.000 bajas. Con el gas se puede eliminar rápidamente todo un
ejército. Fue así como en una ocasión murieron 21.000 rusos en sólo
veinte minutos. Contra todo lo que diga la propaganda en su contra, el
gas es el arma más humana que poseemos. El gas no mutila el cuerpo y
muy rara vez ocasiona dolores especialmente fuertes. Por eso se dice,
con razón, que el mejor gas venenoso es aquel que cumple su cometido
sin producir dolor.»101
La revista Ejército-Marina-Aviación tuvo una gran acogida en las
instituciones militares chilenas. La dirección máxima del NSDAP (AO)
informa, ya en 1935, a Faupel de las noticias que llegan de Chile: «El
Landesgruppe Chile escribe que la revista Ejército-Marina-Aviación ha
tenido una gran recepción en los círculos militares chilenos. Los
ejemplares se reparten en todo el país y su efecto puede ser
considerable.»102 Y Faupel agradece la noticia anunciándole el envío
gratuito de 10 ejemplares para la organización en Chile y rebajar el
precio a 1 peso para que tenga la mayor distribución posible.103
La revista era la obra del general Faupel y estuvo siempre bajo su
control y cuidado, pero el director era el comandante del ejército
Félix von Frantzius, también portador de la Orden «Al Mérito» General
Bernardo OHiggins.104 Al fallecer Von Frantzius en 1939, se infiere
de la correspondencia de Faupel con el cónsul chileno Carlos Cruz
Hurtado (en este momento ya en Viena), no sólo que el teniente coronel
Bernay le va a suceder en el cargo de director de la revista, sino que
éste «espera de Cruz una ayuda tan exitosa y amable como la que Von
Frantzius recibiera de él». Faupel le agradece, por lo demás, «su
generosa colaboración» reciente. Es posible que además de apoyar
financieramente la revista, el cónsul velara por las correcciones de
las traducciones al castellano. Faupel termina en su carta
recordándole al cónsul Cruz que «tanto Von Frantzius como Bernay
fueron en su tiempo instructores del Ejército de Chile».105 En 1941 le
pedirá Faupel a Cruz «que corrija la versión castellana de un artículo
de Von Frantzius», así como anteriormente lo había hecho con
traducciones de textos de Faupel.106 Se recordará, por lo demás, que
en 1936, Cruz había enviado una misiva a Faupel para agradecerle «el
envío» de un artístico cuadro de Federico el Grande, con fina
dedicatoria, como recompensa por sus trabajos para
Ejército-Marina-Aviación.107 La infiltración nazi en las fuerzas
armadas chilenas la llevaba a cabo Faupel, entonces, con
financiamiento y aporte intelectual de militares chilenos que a la vez
eran representantes diplomáticos de Chile.
Pero el círculo no se cerraba ahí. La recepción de la revista y su
contenido debía ejercer su efecto en las filas mismas de las
instituciones militares chilenas. En una carta del Departamento de
Prensa de la Dirección del NSDAP (AO) a Faupel se expresa la
preocupación por saber «si la revista Ejército-Marina-Aviación
efectivamente llega a los cuarteles y a los casinos de la oficialidad
chilena», le informa que la dirección central del partido ha pedido a
la Dirección local chilena «que controle discretamente si esto es
efectivamente así. Le haré llegar la información».108
No se ha conservado la información, pero la verdad es que, aunque con
años de retraso, se puede pensar en que la inquietud de la Führung del
NSDAP (AO) era injustificada. En su libro Camino recorrido. Memorias
de un soldado, el general Augusto Pinochet recuerda de sus tiempos de
joven oficial: «Se efectuaron las Academias de Oficiales con
comentarios de obras. Además, me correspondió un tema de un libro a
elección, que fue sobre las tropas paracaidistas, que llamé
"Infantería Volante", lo que mereció una felicitación del Comandante
del Regimiento. Basé mi tema en lo que había leído en la revista
Ejército-Marina-Aviación, publicación alemana que nos traía las
novedades en estas materias.»109 Estos y otros recuerdos del joven
oficial son muy importantes para entender el engranaje político que
estaba realmente en juego. «A fines de agosto nos enteramos de que se
había firmado un pacto de neutralidad entre la URSS y Alemania [...].
Desde ese momento el tema de conversación a las horas del casino era
el estallido de la guerra entre Alemania y Polonia. En todos nuestros
dormitorios aparecieron mapas de Europa con la frontera de ambas
naciones cubierta con banderillas rojas y amarillas indicando las
unidades que tenían alemanes y polacos. Los oficiales nos suscribimos
a la revista Semana Internacional para tener más antecedentes. Polonia
fue derrotada en veinte días. Por primera vez veíamos la acción de la
aviación y el ataque de los tanques empleados en masa. Como hacía poco
más de un mes que había dado una conferencia a los oficiales sobre la
"Infantería Volante" (paracaidistas), me enorgullecía de que muchas de
las conclusiones a que había llegado [...] se estaban cumpliendo
[...]. Durante todas esas semanas, una estafeta nos llevaba los días
viernes La Semana Internacional, con la cual poníamos al día nuestras
cartas.»110
El artículo al que se refiere Pinochet en sus recuerdos era «Las
tropas de cazadores paracaidistas alemanes», publicado sin nombre de
autor en Ejército-Marina-Aviación (año VII, Nr. 11 de 1940, pp.
409-412). Tal vez se trata de una confusión en el tiempo y en las
fuentes. Pero, en todo caso, La Semana Internacional también publicó
el 22 de junio de 1940 un artículo de Luis Serey Pizarro con el título
«Los paracaidistas alemanes».111 Esta revista chilena, editada en
Chile (Valparaíso), reunía en pocas páginas (unas 20 por número
semanal) una visión muy actualizada de los hechos políticos más
espectaculares de todo el mundo. Hábilmente programada, sus aportes
permanentes constituyen una línea vertebral clara. Todos ellos se
integraban en una «Página Militar» que entregaba información bastante
diferenciada y técnica de la actualidad militar en el mundo, también
con referencia a temas de contenido de la ciencia militar. Situada en
el centro de cada número, bajo un enunciado siempre repetido, «Hoy es
Ejército la nación entera», mezclaba artículos de interés para los
oficiales con pronunciamientos abiertamente pronazis.112 Con todo, la
cima la constituyó un artículo del Dr. Kurt Johannsen: «El Tribunal
Popular en Alemania», en que se legitima al Volksgerichtshof como «un
órgano judicial al que se ha atribuido la competencia de juzgar los
delitos de alta traición», distinto al Tribunal Supremo y para
«aliviar el sobrecargado trabajo de éste» [...]. «Lo más importante y
de mayor interés, para el Estado y para el mismo acusado, es que la
tramitación se verifique lo más rápidamente posible [...]. Por eso no
tiene reglas fijas de procedimiento ni para la declaración de la pena
[...]. Es un tribunal especial. Los detenidos lo son sólo en caso de
sospecha bien motivada, probabilidad de fuga o destrucción de pruebas
[...]. El carácter público de la vista se exceptúa sólo en las
condiciones previstas por la ley [...]. El tribunal puede recurrir a
determinar un defensor, pero sólo en el caso que así lo exija el
interés general del estado (...). Sólo en muy raros casos se ha visto
precisado el tribunal a imponer la pena de muerte a individuos
culpables de delitos de alta traición, divulgación o comunicación
indebida y perjudicial de secretos de estado, deslealtad para con la
patria y conspiración contra el estado [...]. Las personas no legas
que componen el tribunal son designadas entre las profesiones no
jurídicas que permiten suponer comprensión de la naturaleza y alcance
de los hechos sobre los que han de juzgar; suelen ser miembros de
organizaciones militares, policíacas o del partido...»113 Esta
legitimación de la más monstruosa institución jurídica nazi, la misma
a la que había honrado con su visita el magistrado de la Corte Julio
Araos,114 presenciando incluso casi toda una sesión, es promovida por
esta otra fuente vital de información de la oficialidad chilena, a la
que según el joven Augusto Pinochet, incluso estaban suscritos. Pero
La Semana Internacional era en realidad un momento más del engranaje.
El Westküsten-Beobachter la promovía entre sus lectores («Leed La
Semana Internacional», nr. 62 del 20 de diciembre de 1934 y en todos
los números restantes) y ya en 1938 inicia un canje permanente con las
revistas publicadas por el Instituto Iberoamericano.115 A fines de
diciembre de 1938, escribe Eleuterio Antolí, subdirector de La Semana
Internacional, al Dr. Hagen, del Instituto Iberoamericano: «Le
quedaríamos muy agradecidos que nos consiga, en calidad de canje con
nuestra revista, el envío puntual de la interesante publicación
mensual editada en castellano Correspondencia Extranjera sobre
Política Racial, EPR (Aufklärungspolitik und Rassenpflege) con sede en
Berlín, Wilhelmstrasse 63, cuyo director es el Dr. W. Gross.»116 La
Semana Internacional estaba particularmente bien informada. La revista
solicitada era el órgano oficial del Departamento Racial del Partido
Nazi y el Dr. Walter Gross su Führer máximo. Ellos extendían los
«carnets de pureza racial aria» que había que exhibir en cualquier
momento, particularmente cuando se buscaba trabajo o aparecía en casa
la Gestapo. Incluso la dirección es correcta. El canje tuvo éxito,
también para el Instituto Iberoamericano. Todavía en 1941, le escribe
Gisela Pape al nuevo director, Juan Bardine, dándole explicaciones
porque, debido a la situación presente, otra revista enviada en canje,
«los Monatshefte für Auswärtige Politik, al parecer, se han perdido y
voy a solicitar a la editorial que los vuelva a enviar» y agrega: «por
favor, sigan enviándonos La Semana Internacional».117 El intercambio
fue fructífero, no sólo con el Departamento Racial del NSDAP,118 sino
también con la biblioteca del Instituto Iberoamericano de Berlín. Allí
se puede consultar, hasta hoy, y bien encuadernada, la totalidad de
los números de La Semana Internacional; por cierto, también
Ejército-Marina-Aviación.
Notas
97. «Los judíos como soldados», en Ejército-Marina-Aviación, año X,
nr. 6. Véase también: «La influencia judía en Inglaterra», año XI, nr.
3, 1944, pp. 112-113.
98. «Sobre la Guerra del Chaco» (I y II), en
Ejército-Marina-Aviación, año II y año III, números 11/12 (1935), pp.
434-449, nr. 1 (1936), pp. 2-9. Véase, también, Maryo W. Brandt: «El
empleo de tanques y carros blindados en los ejércitos sudamericanos»
(Ejército-Marina-Aviación, año III, nr. 12 [1936], pp. 448-451).
99. «Estudios Militares», por Carlos Sáez. Colección de artículos y
conferencias de actualidad: «Importancia de la artillería pesada en la
guerra moderna» y «Algunas observaciones sobre la modernización de
nuestros reglamentos» (1923), en Ejército-Marina-Aviación, año I, nr.
2 (noviembre de 1933), p. 79.
100. «El general Bulnes», en Ejército-Marina-Aviación, año II, nr.
5/6 (febrero-marzo de 1934), pp. 179-180.
101. «La guerra Química», en Ejército-Marina-Aviación, año III, nr. 9
(1936), p. 348. Otros artículos de la revista, a modo de ejemplo:
general de artillería Von Eimmansberger: «El aviador dentro del
conjunto de las Fuerzas Armadas»; F. Löhle: «Mimetismo y visibilidad»;
teniente primero Fuchs von Bimbach: «Zapadores en la alta montaña», en
año V, nr. 3 (1938); teniente coronel Dr. Däniker: «Potencia de fuego
en la defensiva y en la ofensiva»; ingenieros B. y H. von Römer: «Las
ametralladoras fotográficas», en año V, nr. 1 (1938); general von
Seecktt (Orden «Al Mérito» Bernardo OHiggins, VF): «La fuerza de
voluntad del estratega»; teniente coronel Matthei: «Por fin ha
comenzado la guerra» (sin datos del autor, probablemente Faupel), en
año VII, nr. 5 (1940); «Estrategia de destrucción», «El arma de las
posibilidades sin límite» (teniente coronel G. Soldan), en año VII,
nr. 4 (1940); teniente coronel Dr. Dänicker: «Observaciones sobre la
campaña de Polonia»; s/a: «Misión, instrucción y empleo de los
proyectores antiaéreos», en año VII, nr. 2 (1940).
102. GSTA, Rep. 218, nr. 238, NSDAP (AO), Leitung a Faupel, del 22 de
mayo de 1935
103. GSTA, Rep. 218, nr. 238, Faupel a NSDAP (AO), Leitung, del 27 de
mayo de 1935.
104. Véase infra, Anexo II.
105. GSTA, Rep. 218, nr. 229, Faupel a Cruz (febrero de 1939).
106. GSTA, Rep. 218, nr. 233, Faupel a Cruz (22 de abril de 1941).
107. GSTA, Rep. 218, nr. 226, Cruz a Faupel (14 de septiembre de
1936).
108. GSTA, Rep. 218, nr. 238, NSDAP (AO), Presseamt a Faupel (23 de
mayo de 1935).
109. Augusto Pinochet: Camino Recorrido. Memorias de un soldado, tomo
I, Santiago, 1990, p. 75.
110. Augusto Pinochet, op. cit., p. 77.
111. Luis Serey Pizarro: «Los paracaidistas alemanes», en La Semana
Internacional, nr. 956, 22 de junio de 1940. Este artículo es bastante
más extenso que el de Ejército-Marina-Aviación. Y más elocuente:
«Alemania se ha valido de las nuevas formaciones para llevar adelante
con éxito asombroso las empresas más temerarias. Los cuerpos de
paracaidistas utilizados por el ejército alemán en las campañas de
Noruega, Holanda, Bélgica, Francia han conseguido cosas imposibles
[...]. Sin alarde, el general Göring montó esta máquina formidable
cuyo empleo iba a ser decisivo en esta guerra [...]. los paracaidistas
se llaman en Alemania "Infantería del Aire" (Luftinfanterie). Unos
forman los cuerpos de cazadores (Fallschirmjäger), que obran por
sorpresa con la misión de destruir las comunicaciones enemigas y los
otros (Luftlandungstruppen) son la infantería de ocupación [...].
Hombres robustos, de condiciones orgánicas extraordinarias. El
uniforme y equipo es similar al cuerpo de aviación alemán. El casco de
acero, de corte parecido al que usa el ejército chileno [...].
Alemania ha dado a la Fuerza Aérea, "Luftwaffe", tan grande
importancia, como que era el arma del porvenir. Está llegando a
realizar las empresas militares más notables de la historia. La
"Luftinfanterie" lo está demostrando al mundo entero» (ebda.).
112. Algunos títulos: «¿Podría haber guerra con ocasión de la crisis
racial checoeslovaca?» (nr. 869, 22 octubre 1938, p. 1); «A propósito
de Hitler, los Sudetes y los espectadores» (ebda., p. 1); «La sorpresa
del ataque aéreo», «El cañón de acompañamiento de la artillería» (nr.
872, p. 8, 12 de octubre de 1938); «La esencia y las realizaciones del
Fascismo italiano» (ebda., p. 3); «La sorpresa en la guerra de
montaña», «Los submarinos en la guerra mundial» (nr. 873, 19 de
noviembre de 1938); «Los caminos alemanes, modelo técnico y
artístico», «El derecho de Alemania a la posesión de sus colonias»
(nr. 891, 25 de marzo de 1939); «Los amos del mundo: Adolf Hitler»,
«Servicio obligatorio del trabajo a base militar» (nr. 903, 17 de
junio de 1939); toda una serie sobre «Espacio Vital» (varios números a
partir de 1940) y sobre «Autopsia de una palabra sonora: democracia»
(nr. 998, 12 de abril de 1941).
113. Kurt Johannsen: «El tribunal popular en Alemania», en La Semana
Internacional, nr. 276, 16 de julio de 1938, p. 11.
114. Véase supra cap. V, pp. 326-331.
115. También Ejército-Marina-Aviación era enviada en canje con
revistas del Ejército, la Marina y los Carabineros de Chile. Según los
datos entregados por los números correspondientes
Ejército-Marina-Aviación, fue canjeada contra la Revista de
Infantería, El memorial del Ejercito de Chile, la Gaceta de los
Carabineros de Chile y la Revista de la Marina de Chile.
116. GSTA, Rep. 218, nr. 65, Antolí a Hagen, del 1 de diciembre de
1938.
117. GSTA, Rep. 218, nr. 65, G. Pape a Juan Bardine, casilla 103-V
Valparaíso, 27 de octubre de 1941. El financiamiento de la revista es
oscuro. Pero se pueden encontrar prácticamente todos sus anunciantes
en la «lista negra» incluida infra, en el Anexo IV. De las actas
ministeriales sólo se infiere el pago directo al periodista Manuel
Ugarte (argentino, residente largo tiempo en París, dirigente del
Partido Socialista Argentino, vivió en Chile de 1939 a 1946 y editó
Vida de Hoy). En AA. Pol. IX Archiv Chile 2: Tel. geheim Schoen-AA del
22 de agosto de 1938. Ugarte no aparece entre los colaboradores de La
Semana Internacional.
118. En 1955, el comandante Augusto Pinochet, profesor de geografía
militar, iba a publicar su Síntesis geográfica de Chile. Las
relaciones espaciales, aspectos geofísicos, geohumanos, geografía
política y económica de Chile (Santiago, 1955) y allí iba a deslizar
una frase elocuente: «Gracias a las características del clima chileno,
la raza negra no se ha desarrollado» (op. cit., pp. 52-53).
===================
Saludos,
Gregg
--------------------
"No rompais los cojones con estupideces, estoy ocupadisimo
construyendo un diagrama poligonal de lados exactamente
contakismyriopentakisquilioletracosiohexapentahexagonalis"
======================================================
* Over the Rainbow: http://tinyurl.com/ct8gb (IZ)
* http://www.geocities.com/airborne_col/America.html
My Task is so secret,I don't even know what I'm doing.
======================================================